La ministra danesa de Integración publica una caricatura de Mahoma con un turbante-bomba
La ministra danesa de Integración, la liberal Inger Støjberg, ha difundido este martes en las redes sociales una polémica caricatura de Mahoma con un turbante-bomba, una de las doce viñetas publicadas en Dinamarca en 2005 y que provocaron una crisis diplomática con varios países musulmanes, informa Efe. Støjberg ha publicado en Facebook la caricatura, que usa como fondo de escritorio de su tableta, después de que un museo de Viborg (en el oeste de Dinamarca) declinara exhibir las viñetas en una exposición sobre arte y blasfemia.
La ministra danesa de Integración, la liberal Inger Støjberg, ha difundido este martes en las redes sociales una polémica caricatura de Mahoma con un turbante-bomba, una de las doce viñetas publicadas en Dinamarca en 2005 y que provocaron una crisis diplomática con varios países musulmanes, informa Efe. Støjberg ha publicado en Facebook la caricatura, que usa como fondo de escritorio de su tableta, después de que un museo de Viborg (en el oeste de Dinamarca) declinara exhibir las viñetas en una exposición sobre arte y blasfemia.
Las controvertidas caricaturas de Mahoma han ayudado a definir Dinamarca «como una sociedad libre» y han tenido gran importancia «en la lucha por fomentar la democracia en el mundo», ha asegurado la ministra, quien ha dicho que está «orgullosa» de los dibujos y ha negado que busque provocar. El primer ministro danés, el también liberal Lars Løkke Rasmussen, no ha querido comentar la iniciativa, que ha provocado miles de comentarios en las redes, pero ha dicho sentirse alegre por vivir en un país donde se puede tener ese dibujo como fondo de escritorio.
El diario conservador Jyllands-Posten publicó en septiembre de 2005 doce viñetas del profeta islámico, que meses después provocaron un conflicto que incluyó ataques a legaciones danesas y un boicot comercial impulsado por varios países musulmanes. Støjberg, de 44 años, es la cara visible de la férrea política de inmigración impulsada por Rasmussen desde su llegada al poder en junio de 2015 y que profundiza en la estricta línea impulsada por los distintos ejecutivos daneses desde principios del siglo XXI. La popular ministra ha impulsado una ley para confiscar dinero y objetos de valor a los refugiados para costear su estancia en Dinamarca, una medida que ha sido muy criticada, y ha dado pie a varias controversias en las redes sociales, como cuando celebró con un pastel que su Gobierno hubiese aprobado 50 restricciones en política de inmigración.