Quebec prohibe llevar la cara cubierta en ciertos lugares públicos

La provincia canadiense de Quebec ha aprobado este miércoles una ley que prohíbe llevar la cara cubierta en ciertos espacios públicos, informan varios medios. Así, una mujer no podrá, por ejemplo, subirse al autobús con un hijab o entrar a una oficina de su ayuntamiento con un burka. Del mismo modo, los funcionarios públicos, desde médicos a profesores, tampoco podrán vestir este tipo de prendas. Ya se habían aprobado medidas similares en países europeos, como Francia, Bélgica o Bulgaria, pero es la primera vez que se aprueba una ley de este tipo en Norteamérica.

La medida supone la culminación de dos años de trabajo por parte del gobierno liberal de Quebec de tratar el tema de la «neutralidad religiosa». La ley ha sido duramente recibida por sectores críticos de la región, que consideran que el objetivo es discriminar expresamente a las mujeres musulmanas e incendiará el debate sobre libertad religiosa en la provincia.

El proyecto de ley, propuesto en 2015 por el Gobierno de Quebec, ha sido presentado como una legislación sobre «neutralidad religiosa» que en su texto evita identificar por sus nombres específicos los velos musulmanes, informa Efe. Pero el Consejo Canadiense de Mujeres Musulmanas de Canadá ha dicho este miércoles que el proyecto de ley es discriminatorio y que está dirigido contra la comunidad musulmana de Quebec. El anterior Gobierno provincial, del separatista Partido Quebequés, ya intentó aprobar una ley similar en 2014, que fue rechazada por los tribunales por referirse específicamente al hiyab y violar la libertad religiosa de los musulmanes.

«Esta es una propuesta de ley sobre convivencia en armonía, es una propuesta de ley sobre pautas y establece claramente la neutralidad del Estado», había dicho esta semana, antes de aprobarse el texto, la ministra de Justicia de Quebec, Stéphanie Vallée, a la cadena canadiense CBC. La norma estipula que se podrán establecer exenciones para los líderes espirituales o religiosos o para los que tengan condiciones laborales que les obliguen a cubrirse la cara. En un ambiente todavía de confusión sobre la aplicación exacta de la ley, Vallée ha dicho que la provincia trabajaría con los ayuntamientos, colegios y demás instituciones para establecer pautas claras.