El Partido Comunista obliga a cristianos chinos a sustituir retratos de Cristo por los de Xi Jinping
Las autoridades de una comunidad del sur de China, que alberga a un gran colectivo de la fe cristiana, están obligando a los creyentes de la zona a retirar retratos de Jesucristo, cruces y otros símbolos religiosos para sustituirlos por cuadros con la efigie del presidente Xi Jinping. Se estima que unos 600 habitantes han retirado los textos e imágenes religiosas de sus hogares y los han sustituido por 453 retratos de Xi.
Las autoridades de una comunidad del sur de China, que alberga a un gran colectivo de la fe cristiana, están obligando a los creyentes de la zona a retirar retratos de Jesucristo, cruces y otros símbolos religiosos para sustituirlos por cuadros con la efigie del presidente Xi Jinping. Se estima que unos 600 habitantes han retirado los textos e imágenes religiosas de sus hogares y los han sustituido por 453 retratos del líder chino.
Miles de cristianos de la comarca de Yugan, al sureste del país, han cumplido estos mandatos, algunos bajo la amenaza de dejar de recibir ayudas económicas para paliar su pobreza, según informa South China Morning Post.
En torno a un 10% de personas en Yugan viven bajo el umbral de pobreza -menos de un dólar diario-, porcentaje que coincide con el de cristianos en la zona, señala el diario.
Las autoridades locales han lanzado una campaña de «transformar creyentes en la religión en creyentes en el Partido», que incluye la entrega de cientos de retratos del presidente Xi y visitas de líderes a comunidades pobres cristianas para convencerles de que cambien los iconos en sus hogares.
«Muchos campesinos son ignorantes, creen que Dios es su salvador, pero después del trabajo de los líderes se darán cuenta de sus errores y verán que ya no deben apoyarse en Jesús sino en el Partido Comunista«, ha destacado el presidente de una de las asambleas locales, Qi Yan, citado por South China Morning Post.
China está bajo el mandato de Xi Jinping desde 2013, un líder que concentra un poder incontestable y que cuya potestad en el Partido Comunista Chino recuerda a la del histórico mandatario chino, Mao Zedong, promotor de una revolución cultural a gran escala en el país asiático entre 1966 a 1976.
Desde el fin de ese movimiento, distintas ramas del cristianismo han ido penetrando en comunidades rurales y urbanas de algunas partes de China, formando una comunidad religiosa creciente que según algunas estimaciones ya supera a los 90 millones de miembros del Partido Comunista.
Durante el Gobierno de Xi, han aumentado las presiones del régimen contra las creencias religiosas, como la retirada masiva de cruces cristianas en el este del país o numerosas medidas de limitación de la fe islámica en el noroeste, bajo la excusa de la lucha contra el yihadismo.
Para el presidente local, Qi Yan, la libertad de culto existe en China. «Todos tienen su creencia y, por supuesto, ellos no querían retirar los símbolos religiosos. Pero no hay escapatoria. Si no aceptan hacerlo, no recibirán su cuota del fondo de alivio de la pobreza«, ha asegurado al medio chino.