La oposición rechaza firmar un acuerdo, pero mantiene el diálogo con el gobierno de Maduro
La oposición venezolana ha rechazado firmar un acuerdo con el gobierno sobre garantías para la celebración de las elecciones presidenciales, alegando que no cumple con sus demandas. No obstante, acudirá a la reunión de este miércoles para decidir si participa en los comicios.
La oposición venezolana ha rechazado firmar un acuerdo con el gobierno sobre garantías para la celebración de las elecciones presidenciales, alegando que no cumple con sus demandas. No obstante, acudirá a la reunión de este miércoles para decidir si participa en los comicios.
«Hasta que no tengamos un documento que esté a la altura del pueblo venezolano pueden estar seguros que no vamos a firmar«, ha advertido Julio Borges, jefe negociador de la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), tras cinco horas de reunión con los delegados del gobierno en Santo Domingo.
No obstante, el presidente dominicano, Danilo Medina, ha informado que los facilitadores del diálogo entregaron a las partes un documento para llegar a un consenso. «Tenemos un plazo de espera hasta mañana a las diez y media de la mañana para recibir las observaciones», indica Medina, quien auspicia las conversaciones.
2/5 Informo al país que no hemos firmado, ni firmaremos, ningún acuerdo que no sea digno ni esté a la altura del pueblo venezolano.
— Julio Borges (@JulioBorges) 7 de febrero de 2018
El jefe de la delegación gubernamental, Jorge Rodríguez, ha asegurado que las partes se han comprometido a firmar un acuerdo que incluía, entre otros puntos, «el cronograma y la fecha» de la elección presidencial, adelantada por el oficialismo para antes del 30 de abril.
Aunque Rodríguez ha afirmado que la oposición se retractó tras recibir una «llamada telefónica de Bogotá», donde se encuentra el secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, duro crítico del gobierno de Maduro. «Es un acto de absoluto bochorno de aquellos que siguen recibiendo instrucciones del extranjero», ha explicado Rodríguez.
Ante las acusaciones emitidas por el oficialismo de Maduro, Borges replicó que no reciben «órdenes ni de Estados Unidos ni de Cuba, solo del pueblo venezolano».
El canciller chileno, Heraldo Muñoz, cuyo gobierno es facilitador del proceso y envió a su embajador en Santo Domingo, ha denunciado en Twitter la presión sometida a la oposición para firmar un «papel que no contempla garantías de elecciones presidenciales».
En contacto permanente con Rep Dominicana. Enormes presiones para q Oposición venezolana firme papel que no contempla garantías elecciones presidenciales. Pdte Maduro en campaña, partidos opositores no validados, candidatos inhabilitados, etc. Algún partido chileno aceptaría eso?
— Heraldo Muñoz (@HeraldoMunoz) 7 de febrero de 2018
A su vez, la MUD reitera que sus demandas en la negociación, que inició el 1 de diciembre son: garantías electorales, ayuda humanitaria ante la crisis socioeconómica, «rescate de las competencias» del Parlamento de mayoría opositora y la liberación de «presos políticos».
La negociación está ligada a las deliberaciones del Consejo Nacional Electoral (CNE), acusado por la oposición de servir al gobierno, que desde el lunes se ha mantenido reunido para definir la fecha de los comicios.
La nueva crisis política en Venezuela comenzó en enero cuando la Asamblea Constituyente decidió adelantar las elecciones para una fecha anterior al 30 de abril, cuya fecha inicial estaba planificada para diciembre de este año.
Por el momento, la oposición no ha decidido si va a organizar primarias entre sus formaciones o elegirá a un candidato de consenso. Sus principales líderes, Henrique Capriles y Leopoldo López, en arresto domiciliario, permanecen inhabilitados para el ejercicio político. Además, el poder judicial anunció la exclusión de la MUD en los comicios, alegando que al ser una coalición de partidos induce a una doble militancia.
Maduro enfrenta una impopularidad del 70%, según el instituto de encuestas Delphos. Muchos venezolanos lo culpan de la hiperinflación -proyectada en 13.000% por el FMI para 2018- y la grave escasez de alimentos y medicinas. Además de la represión violenta del régimen, que ya ha dejado al menos 125 los muertos.