El legislativo chino inicia el trámite para dar poder vitalicio a Xi Jinping
Unos 3.000 diputados chinos han aplaudido calurosamente este lunes la reforma que ofrece a Xi Jinping un mandato ilimitado, con el objetivo de transformar al gigante asiático en superpotencia mundial. La sesión plenaria anual de la Asamblea Nacional Popular (ANP), sometida al Partido Comunista Chino (PCCh), se ha abierto este lunes y durará dos semanas. En ella se reforzarán los poderes de Xi, hasta niveles nunca vistos desde la época del fundador del régimen, Mao Zedong (1949-1976).
Unos 3.000 diputados chinos han aplaudido calurosamente este lunes la reforma que ofrece a Xi Jinping un mandato ilimitado, con el objetivo de transformar al gigante asiático en superpotencia mundial. La sesión plenaria anual de la Asamblea Nacional Popular (ANP), sometida al Partido Comunista Chino (PCCh), se ha abierto este lunes y durará dos semanas. En ella se reforzarán los poderes de Xi, hasta niveles nunca vistos desde la época del fundador del régimen, Mao Zedong (1949-1976).
Cómodamente instalado en su asiento en el inmenso Palacio del Pueblo, Xi Jinping ha escuchado los nutridos aplausos de los 2.980 diputados, al leerse el proyecto de enmienda constitucional que abroga el límite de dos mandatos presidenciales, informa AFP. Los parlamentarios confirmarán el domingo esta reforma. El primer ministro, Li Keqiang, desveló poco antes un objetivo de crecimiento económico para China de «alrededor 6,5%» para 2018, idéntico al del año pasado. El presupuesto militar chino, segundo del mundo detrás del de Estados Unidos, aumentará 8,1%, más que el año precedente (7%), para modernizar las fuerzas armadas. Li Keqiang advirtió asimismo al Gobierno de la isla de de Taiwán, cuyo control Pekín perdió en 1949, de que China no toleraría «jamás una tentativa o acción separatista».
La perspectiva de una presidencia ilimitada de Xi Jinping, de 64 años, centra la atención. Xi llegó a la cúpula del Estado en 2013 y podría permanecer en ella tras el final de su segundo mandato en 2023. «Lo apoyo. Y apoyo la modificación constitucional», afirma Zhu Feng, una diputada de Shanghái. Esto supone alinear simplemente el mandato presidencial con sus mandatos de secretario general del Partido Comunista y de presidente de la Comisión Militar, que carecen de límite, había alegado el domingo Zhang Yesui, portavoz de la ANP.
El parlamento adoptará además enmiendas que introducen el nombre de Xi Jinping en la Constitución y crean un nuevo órgano anticorrupción nacional. La perspectiva de un «presidente vitalicio» ha generado en las redes sociales reacciones críticas o incrédulas, que los censores han tratado de acallar, bloqueando palabras como «emperador» o «no estoy de acuerdo».
Mantener a Xi Jinping en el poder después de 2023 apoyaría su ambición de convertir a China en una gran potencia próspera e influyente, prosiguiendo al mismo tiempo la eliminación de directivos corruptos y de opositores en el seno del Partido Comunista. Hace cinco años, Xi heredó un «verdadero lío», explica explica el comentarista político Hua Po, y tuvo que empezar a «eliminar todas las amenazas que pesaban sobre el Partido y el Estado. Para acabar la labor, dos mandatos no son suficientes».
Algunos diputados podrían sin embargo expresar su malestar absteniéndose u oponiéndose al nombramiento de aliados de Xi Jinping en algunos cargos. «No la escuchamos, debido a la censura, pero hay oposición en el seno del régimen», insiste Willy Lam, politólogo de Hong Kong. «Algunos creen que se está llegando demasiado lejos, que Xi ha dado un golpe contra el Partido».