Victoria judicial para Trump en un caso emblemático sobre el aborto

El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha dado este lunes una victoria al movimiento antiaborto al anular una decisión que había otorgado el derecho a interrumpir el embarazo a una adolescente detenida en un centro de retención de inmigrantes, informa Efe. El alto tribunal, sin embargo, se hanegado a imponer sanciones disciplinarias, solicitadas por las autoridades gubernamentales, contra los abogados de la adolescente indocumentada, que pudo abortar el pasado mes de octubre en Texas. Este caso surge como la primera gran batalla judicial sobre el aborto bajo el mandato de Donald Trump.

La joven de 17 años, identificada con el seudónimo Jane Doe, había sido detenida en Texas tras ingresar ilegalmente a Estados Unidos y había solicitado abortar en septiembre. Las autoridades le habían dado la opción de elegir entre llevar su embarazo a término o ser deportada para conseguir una interrupción voluntaria del embarazo en otro lugar. La Unión Americana para las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) se involucró en una áspera batalla para defenderla y el caso adquirió un fuerte significado simbólico por tener implicaciones tanto sobre los derechos de las mujeres como de los inmigrantes.

Un tribunal federal de apelaciones confirmó en una sesión plenaria el 24 de octubre el derecho de las jóvenes inmigrantes a acceder al aborto. Aprovechando este fallo favorable, los abogados de Jane Doe la llevaron a practicarse un aborto en las primeras horas del 25 de octubre, ignorando al Departamento de Justicia. En un recurso de 130 páginas dirigido al Tribunal Supremo, el Departamento de Justicia acusó entonces a los defensores de la joven de haber precipitado la interrupción del embarazo sin informar a los fiscales y sin darles tiempo de continuar la batalla legal.

Pero el máximo tribunal ha emitido este lunes un fallo que da la razón parcialmente a ambas partes: por un lado, ha señalado, «es crucial que los abogados y los tribunales puedan confiar en sus esfuerzos mutuos»; por otro, «todas las rupturas de comunicación no constituyen faltas profesionales».

Al final, el Tribunal Supremo no ha instruido a los tribunales sobre cómo actuar si las otras menores clandestinas solicitaban un aborto bajo detención, una situación que ha vuelto a ocurrir desde octubre. «La decisión de hoy no afecta nuestros esfuerzos para garantizar que todas las Janes puedan abortar si lo necesitan», ha dicho Brigitte Amiri, abogada de la ACLU.

La respuesta del Tribunal Supremo, con una tendencia conservadora, ha ilustrado la determinación del Gobierno de Estados Unidos de actuar a favor de los opositores al aborto. La corte legalizó el aborto en Estados Unidos en 1973, pero las restricciones a este derecho han tendido a aumentar desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.