El gobierno británico quiere prohibir la venta de bebidas energéticas a niños y adolescentes en Inglaterra, y ha anunciado el jueves que lanzará una consulta pública en este sentido para determinar si la prohibición debe aplicarse a menores de 16 años o de 18 años.
El gobierno propone prohibir las bebidas que contengan más de 150 mg de cafeína por litro, como ocurre en los casos de las marcas Red Bull, Monster y Relentless.
Varios distribuidores prohíben ya su venta a menores de 16 años, pero el gobierno prevé que todos los minoristas hagan lo propio, para luchar contra la obesidad infantil y los problemas de salud asociados a su consumo.
Más de dos terceras partes de los niños y adolescentes de 10 a 17 años y una cuarta parte de los de 6 a 9 años consumen bebidas energéticas.
Una lata de 250 ml de bebida energética puede contener 80 mg de cafeína –equivalente a tres latas de cola– y en promedio una lata de esta bebida energética tiene 60% más de calorías y 65% más de azúcar que una bebida normal, según datos citados por el Gobierno británico.
«Miles de jóvenes consumen regularmente bebidas energéticas a veces porque son menos caras que los refrescos«, ha afirmado la primera ministra Theresa May en el comunicado con el que ha anunciado esta consulta.
«Tenemos la responsabilidad de proteger a los niños contra los productos que afectan a su salud y educación», ha agregado en el mismo comunicado el secretario de Estado encargado de salud pública, Steve Brine.