Fracasan las conversaciones de paz sobre Yemen por la ausencia de los rebeldes hutíes

Tras un largo suspense, las conversaciones de paz sobre el conflicto armado en Yemen han fracasado antes incluso de empezar, según ha constatado este sábado en Ginebra el enviado especial de Naciones Unidas, Martin Griffiths, quien ha lamentado que los rebeldes hutíes no hayan acudido a la cita.

«No conseguimos que acudiera aquí […] la delegación de Saná [de los rebeldes hutíes]. Simplemente no lo logramos», se ha lamentado ante la prensa el diplomático de nacionalidad británica, que se ha mostrado muy prudente sobre la evolución de los acontecimientos a partir de ahora.

«Es muy pronto para decir cuándo se celebrarán las próximas consultas«, añadió.

El ministro yemení de Relaciones Extranjeras, Jaled al Yamani, ha criticado ante los medios de comunicación la actitud «totalmente irresponsable» de los hutíes, y les ha reprochado una «falta de seriedad en el camino hacia la paz«.

El ministro se ha mostró igualmente muy duro con el enviado especial de la ONU, a quien ha acusado de ser «conciliador» con los rebeldes hutíes, al no responsabilizarlos del fracaso de las negociaciones.

«La falta de presión [sobre los hutíes] les a llevado […] a ver con desprecio los esfuerzos desplegados», ha dicho. «Estamos decepcionados con las declaraciones […] de Griffiths pero apoyamos totalmente sus esfuerzos y continuaremos haciéndolo».

Alrededor de 10.000 muertos

Las conversaciones de Ginebra, que debían empezar el jueves, iban a ser las primeras desde el fracaso en 2016 de un largo proceso de paz para intentar acabar con el conflicto que ha sumido a Yemen en la peor catástrofe humanitaria del mundo.

Pero los hutíes, rebeldes que controlan grandes partes del territorio yemení, incluida Saná, han permanecido en la capital de Yemen por considerar que carecen de garantías necesarias para viajar a Ginebra.

Estos reclamaban poder volver a Saná después de las conversaciones. La capital yemení está en manos de los insurgentes desde 2015.

La coalición militar dirigida por Arabia Saudó, que lucha contra los rebeldes y apoya a las fuerzas progubernamentales, impone un bloqueo aéreo en Yemen. Los hutíes, por su parte, reciben el apoyo de Irán.

El conflicto ha dejado hasta el momento alrededor de 10.000 muertos, según la ONU.

Los rebeldes hutíes exigían igualmente viajar a Ginebra en un avión de Omán y trasladar a los heridos hacia la capital Mascate, declaró el jueves a la agencia AFP un miembro de su delegación, Hamid Asem. Pero un miembro de la delegación del gobierno yemení, Hamza Alkamali, consideró que estos heridos eran «combatientes«.

En las conversaciones no se había previsto ningún encuentro cara a cara, salvo alguna sorpresa, lo que evidencia el abismo que divide a las partes.

El Consejo de Seguridad de la ONU instó, sin embargo, el miércoles a las dos partes  a «dar un primer paso hacia el fin del conflicto».

Martin Griffiths, consciente de las dificultados para iniciar las conversaciones, había puesto el listón muy bajo, asegurando que solo se trataba de «consultas» de cara a futuras negociaciones.

Griffiths es el tercer mediador implicado en el complejo proceso sobre Yemen.

Hasta ahora, las dos partes en conflicto se mantienen firmes en sus posiciones. La coalición y sus protegidos yemeníes insisten en la Resolución 2216 del Consejo de Seguridad de la ONU que reconoce «la legitimidad» del presidente Abd Rabo Mansur Hadi y exigen la retirada de los hutíes de los territorios que conquistaron, así como la entrega de las armas pesadas.

Los hutíes piden, por su parte, «parar la agresión» de Arabia Saudí antes de hacer cualquier concesión.