Una activista nicaragüense se refugia en Costa Rica tras recibir amenazas de muerte

La defensora de derechos ambientales y activista social nicaragüense Mónica López ha denunciado este lunes amenazas de muerte y ha procedido a su salida «forzosa» del país, en el marco de las protestas antigubernamentales que han dejado ya más de 320 muertos desde que estalló la crisis sociopolítica el pasado 18 de abril en Nicaragua.

La activista ha publicado un vídeo en el que responsabiliza al Gobierno de Daniel Ortega de las «amenazas de muerte que he recibido en las que explícitamente se me informa de que soy un objetivo político de una red de sicarios». «Considerando el riesgo inminente, como familia hemos tenido que tomar medidas urgentes», dice la activista. «Me vi obligada a desplazarme forzosamente (…) y he solicitado la condición de refugiada ante el estado costarricense», ha escrito López en una publicación en Facebook.

López es hija de la exguerrillera y disidente sandinista Mónica Baltodano y ha sido asesora legal del movimiento campesino en su lucha para derogar las leyes de concesión del canal interoceánico a una empresa china, aún vigentes en la actualidad. Además, forma parte de la recién creada Unidad Nacional Azul y Blanco, que tiene por objetivo la destitución de Ortega y de su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo. De momento, las autoridades no se han pronunciado en torno a la denuncia.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) dictó el pasado 27 de septiembre medidas cautelares para López, sus padres y su hermano. Ante el peligro al que está expuesta, la CIDH ha anunciado la concesión de nuevas medidas de protección tanto para ella como para su familia. Estas medidas protegen también al tío de la activista social, Ricardo Baltodano, que fue detenido el mes pasado por supuestos delitos relacionados con el crimen organizado y la financiación del terrorismo.

Mónica López no ha sido la única que se ha visto obligada a salir forzosamente de Nicaragua: la líder del movimiento campesino, Francisca Ramírez, también se exilió a Costa Rica, y desde que empezaron las protestas antigubernamentales unas 23.000 personas se han refugiado en países vecinos, según el Alto Comisionado para los Refugiados de Naciones Unidas, informa AFP.