Nuevo revés de un juez federal a la política migratoria de Trump
Nuevo revés judicial en materia de inmigración contra el Gobierno de Donald Trump. El juez federal Emmet Sullivan ha ordenado anular las trabas impuestas por el Departamento de Justicia de Estados Unidos para conceder asilo a migrantes víctimas de violencia doméstica o de pandillas.
Nuevo revés judicial en materia de inmigración contra el Gobierno de Donald Trump. El juez federal Emmet Sullivan ha ordenado anular las trabas impuestas por el Departamento de Justicia de Estados Unidos para conceder asilo a migrantes víctimas de violencia doméstica o de pandillas.
En su fallo, el juez Emmet Sullivan, del distrito de Washington DC, considera que «no existe una base legal para una prohibición categórica efectiva» de asilo a los solicitantes por esos motivos, y considera que estas restricciones son «arbitrarias, caprichosas y están en contradicción con las leyes de inmigración».
En junio pasado, el entonces fiscal general, Jeff Sessions, anunció en un documento publicado por el Departamento de Justicia que «en general» las víctimas de violencia doméstica o de pandillas «no serán elegibles para el asilo». Sessions explicó en un discurso ante jueces especializados en asuntos migratorios que los procedimientos iniciados para confirmar las peticiones de asilo basadas en el «miedo creíble» o la persecución en sus países de origen se han disparado desde 5.000 en 2009 a 94.000 en 2016.
No obstante, según Sullivan, una norma que prohíbe las reclamaciones de asilo basadas en ciertas categorías de perseguidores, como abusadores domésticos o pandilleros, o aquellas relacionadas con cierto tipo de violencia «es inconsistente» con la intención del Congreso de que la ley de refugiados de EEUU se ajuste al Protocolo de las Naciones Unidas sobre el estatuto de refugiados.
Por su parte, la abogada Jennifer Chang Newell, de la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU), consideró el fallo como «una derrota» para el Gobierno de Trump, mientras que Eunice Lee, una de las directoras legales del Centro de Estudios de Género y Refugiados, apuntó que la decisión de Sullivan asegura que el sistema de asilo siga abierto para refugiados en las fronteras, «incluidos aquellos que huyen de violencia doméstica y de la violencia de las pandillas».
En un comunicado, la Casa Blanca ha dicho que la decisión judicial «alentará más inmigración ilegal para el beneficio de despiadadas organizaciones de tráfico de personas que con demasiada frecuencia victimizan a mujeres y niños». Además, «abrumará aún más a los tribunales de inmigración con casos sin méritos, empeorando el atraso masivo existente».
Aunque no dejó claro si recurrirá el fallo, la Casa Blanca ha remarcado que seguirá «batallando contra estas decisiones judiciales temerarias».