Rato asegura que De Guindos y el expresidente del BBVA pidieron su dimisión

El expresidente de Bankia, Rodrigo Rato, que se enfrenta a penas de entre cinco y 12 años de prisión por estafa a inversores y falsedad contable y que se encuentra en prisión por el caso de las tarjetas black, ha cargado contra el exministro de Economía Luis De Guindos y ha dicho que tanto él como el entonces presidente de BBVA, Francisco González, fueron quienes pidieron su dimisión en el año 2012.

El 5 de mayo de 2012, en el último encuentro que mantuvieron “en las oficinas del Ministerio de Economía”, el actual vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE) pidió su dimisión después de que lo hiciera González, ha afirmado Rato en su declaración ante la Audiencia Nacional, que ha retomado el juicio por la salida de Bankia a Bolsa tras casi un mes suspendido.

Además, ha dicho que De Guindos, “apoyándose” en sus competidores, le comunicó que Bankia “tenía que hacer las revisiones que marcaban las reglas”.

Respecto a González, Rato ha declarado que este fue el primero en pedir su cese en mayo de 2012, fruto de las “presiones políticas” del Gobierno de Mariano Rajoy, en connivencia con sus competidores.

Tanto González como De Guindos podrían tener que testificar en la siguiente fase de la vista, al haber sido propuestos por las partes con el objetivo de determinar qué fue lo que sucedió en la recta final de Rato al frente de Bankia.

Rato también ha señalado en su declaración a la firma auditora Deloitte, por no haber entregado su informe sobre las cuentas del año 2011, que más tarde fueron reformuladas.

Ha hecho referencia a la demora en la presentación del informe en el momento de la aprobación de las cuentas en marzo de 2012, a la que el Consejo no dio importancia por entender que la firma auditora estaba esperando la aprobación del Banco de España del primer plan de saneamiento. Sin embargo, poco después, asegura que se puso en contacto con ellos porque “estábamos muy perplejos de que una firma como Deloitte dejara de cumplir con sus funciones”.

El expresidente de Bankia ha afirmado que, aunque el socio auditor de Deloitte, Francisco Celma, había mostrado preocupación por la valoración de las acciones del grupo, no se lo había trasladado. “En mi conciencia no había ninguna sensación de que tuviéramos un problema de salvedades, nadie me lo había transmitido”, ha asegurado.

Como ya hizo en las dos sesiones anteriores, Rato ha incidido en que Bankia cumplió con todos los requisitos para un debut bursátil en el que las autoridades les pidieron «más exigencias que al resto de competidores».

En su declaración ante la Audiencia Nacional, Rato también ha relatado que, cumplidas las exigencias del Banco de España en abril de 2012, el Gobierno, «en una reunión en la que estaban presente tres competidores (BBVA, Santander y CaixaBank)», le pidió que elevara los saneamientos desde 7.000 hasta cerca de 15.000 millones de euros.

«Era una petición política del que controla al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) y de quien era nuestro jefe», ha dicho, y ha asegurado desconocer «qué se les pedía a otras entidades», pero que en su caso se organizaban «cenas en las que traen a otros para que digan las cifras».