El primer ministro australiano revalida su mandato en las elecciones
Alrededor de 17 millones de australianos están llamados a las urnas para estos comicios, que se anuncian ajustados
El líder laborista australiano, Bill Shorten, ha reconocido su derrota en las elecciones generales del país y ha presentado su dimisión tras conocer los resultados. Alrededor de 17 millones de australianos estaban llamados a las urnas para estos comicios, informa AFP. El primer ministro conservador del país, Scott Morrisson, conocedor de lo apretados que iban a estar los resultados, ha calificado de «milagro» su victoria electoral. «¡Siempre he creído en los milagros!», ha exclamado Morrison ante sus simpatizantes en Sídney. El líder del Partido Liberal ha alabado a los «australianos silenciosos» que volvieron a confiar en su proyecto.
Las inundaciones, las altas temperaturas y los numerosos incendios forestales registrados en el país en el último año han colocado el cambio climático en el centro de la campaña. El Partido Laborista había prometido objetivos ambiciosos para las energía renovables, mientras que los liberales habían asegurado que no arriesgarían el buen estado de la economía alimentada por el carbón para que el aire fuera más limpio.
Las encuestas finales mostraban un estrecho margen, con una intención de voto del 51% para los laboristas. Pero el hecho de que el voto fuera obligatorio y el complejo sistema de clasificación de candidatos aún dejaban espacio para la sorpresa. «Estas serán las elecciones más reñidas en muchos, muchos años«, había predicho Morrison en un discurso final de campaña en Queensland.
Candidatos agredidos
La campaña fue una batalla a menudo vergonzosa, en la que Morrison -que se benefició del apoyo mediático del magnate de medios de comunicación Rupert Murdoch– armó un discurso negativo, advirtiendo de que un gobierno laborista arruinaría una economía que ya está desacelerándose. Hubo también mucha violencia, con candidatos agredidos y otros que tiraron la toalla debido a los ataques racistas y sexistas en las redes sociales.
Ahora Morrison tendrá que lidiar con la desaceleración económica y determinar cual será el lugar de Australia en el mundo. Ambos candidatos reafirmaron el apoyo a la alianza con Estados Unidos, a pesar de los inconvenientes que tiene para Australia la política unilateral de Trump.