La estabilización del yuan da calma a las bolsas internacionales tras una jornada de pánico

Wall Street cerró el martes con los tres indicadores en verde y recuperó algo de terreno tras su peor día del año, en el que los inversores castigaron la escalada de tensión en la guerra comercial entre Estados Unidos y China. Las consecuencias se sintieron igualmente en las bolsas europeas y en Japón, que el lunes perdió un 7,46% pero cerró el martes con un descenso del 2%.

Al término de la sesión en la Bolsa de Nueva York, el Dow Jones de Industriales subió un 1,21%, hasta los 26.029,52 enteros, mientras que el S&P 500 ascendió un 1,30% y terminó en 2.881,77 enteros. Por su parte, el índice Nasdaq, donde cotizan los principales grupos tecnológicos, fue el que más repuntó, un 1,39%, cerrando en 7.833,27 enteros. Por sectores, las mayores ganancias fueron para los más perjudicados el día anterior, como el tecnológico (1,61%), el financiero (1,51%) y el industrial (1,50%), mientras que solo descendió ligeramente el energético (-0,06 %).

Tras el anuncio que hizo el pasado jueves el presidente Donald Trump –nuevos aranceles del 10% a las importaciones del gigante asiático a partir del 1 de septiembre–, el Banco Popular de China dejó que el yuan se depreciara hasta niveles de 2008 y Pekín comunicó que suspendía la compra de productos agrícolas estadounidenses –un duro golpe contra Trump–. El impacto fue extraordinario para los inversores, que vieron como el dólar pasó a equivaler a siete yuanes –con las terribles consecuencias que tiene para el valor de su capital–. El hecho de que la depreciación no haya sido más pronunciada y se haya mantenido en ese nivel ha calmado a los mercados.

La decisión china conllevó que el Departamento del Tesoro de EEUU acusara a la potencia asiática de manipular las divisas y, en último termino, jugar sucio. La Casa Blanca, en este sentido, no dudó en pedir al Fondo Monetario Internacional una intervención.

Por otra parte, el asesor económico principal del presidente Trump, Larry Kudlow, ha advertido de que la economía de China «se está desmoronando» como consecuencia de la disputa comercial y ha reiterado que su país está listo para retomar las «negociaciones» a comienzos de septiembre.