Más de 100 muertos en Irak tras unas protestas en las que el ejército admite "uso excesivo" de la fuerza
El Gobierno ya ha anunciado medidas sociales para acallar a los manifestantes y el Ejército ha reconocido un «uso excesivo de la fuerza»
Al menos 104 personas han muerto y 6.107 han resultados heridas en Irak tras varias jornadas de violentas protestas por la falta de servicios públicos y empleo, además de otros problemas crónicos como la corrupción. El Gobierno ya ha anunciado medidas sociales para acallar a los manifestantes y el Ejército ha reconocido un «uso excesivo de la fuerza» en los enfrentamientos con los manifestantes.
El movimiento, que nació a raíz de unos llamamientos en las redes sociales, denuncia la corrupción, el paro y el mal funcionamiento de los servicios públicos de un país con escasez crónica de electricidad y agua potable, y que salió a finales de 2017 de casi cuatro décadas de conflicto, con la proclamación de la victoria contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI). El movimiento afecta sobre todo a Bagdad y al sur del país, y los manifestantes lo presentan como «no partidista».
Durante las manifestaciones, se han incendiado y saqueado sedes de partidos políticos, en un país que ocupa el 12º puesto en la lista de Transparency International de Estados más corruptos del mundo.
Ademas, el Ejército iraquí ha reconocido que hizo un uso desproporcionado de la fuerza en el bastión chiita de Ciudad Sadr, en Bagdad, en sus enfrentamientos con los manifestantes, que dejaron 13 muertos según fuentes policiales y médicas. «Se usó una fuerza excesiva superior a las reglas del compromiso y hemos empezado a pedir cuentas a los oficiales que cometieron estos errores».
Hasta ahora, las autoridades, criticadas por los defensores de los derechos humanos, afirmaban que actuaban conforme a los «estándares internacionales».
Medidas sociales del Gobierno para acallar las protestas
Todas las víctimas mortales van a ser consideradas «mártires», por lo que sus familias recibirán una pensión mensual vitalicia, además de tratamiento médico para los heridos, en el marco de un paquete de medidas adoptadas por el Gobierno iraquí para calmar a la calle.
Entre las decisiones que buscan desactivar las protestas por el desempleo, el Ejecutivo ha aprobado una ayuda de 175.000 dinares iraquíes (unos 150 dólares) durante tres meses para 150.000 desempleados y personas sin posibilidad de trabajar, informa AFP.
También habrá un programa de formación para 150.000 desempleados, que van a recibir otra «donación de 175.000 dinares», que les permitirá entrar en una bolsa de trabajo para ser contratados por empresas que invierten en Irak.
Asimismo, el Gobierno ha ordenado la instalación de puestos para los vendedores ambulantes, en un intento de crear empleos, sobre todo para los jóvenes, puesto que uno de cada cuatro de ellos no tiene trabajo en Irak.