El presidente chino amenaza a Hong Kong: "Quien intente actividades separatistas será aplastado"
China responsabiliza a «fuerzas externas» de alimentar las protestas y señala directamente a Washington como principal responsable
El presidente chino, Xi Jinping, ha asegurado este lunes que «cualquiera que intente actividades separatistas en cualquier parte de China acabará aplastado, según publica la edición digital del rotativo estatal Diario del Pueblo.
«Quienquiera que intente actividades separatistas en cualquier parte de China terminará con el cuerpo aplastado y los huesos rotos, y cualquier fuerza externa que apoye esos intentos será considerada por el pueblo chino como quimérica», ha dicho el mandatario chino, durante una visita de Estado a Nepal este fin de semana.
Aunque Xi no mencionó directamente ninguna región, estos comentarios tienen lugar después de nuevos choques en Hong Kong entre policías y manifestantes contrarios al gobierno de Pekín.
Se cumplen 19 semanas desde el inicio de las manifestaciones prodemocráticas en Hong Kong, una región semiautónoma cuyos ciudadanos gozan, en teoría hasta 2047, de libertades que no existen en el resto de China.
China responsabiliza a «fuerzas externas» de alimentar las protestas en Hong Kong, y ha señalado directamente a Washington en varias ocasiones como principal responsable.
Las protestas se convirtieron en masivas en junio a raíz de una polémica propuesta de ley de extradición, que ya ha sido suspendida, pero han mutado hasta convertirse en un movimiento que busca una mejora de los mecanismos democráticos que rigen Hong Kong y una oposición al autoritarismo de Pekín.
No obstante, algunos manifestantes han optado por tácticas más radicales que la protesta pacífica y los enfrentamientos violentos con la Policía son habituales.
En este sentido, el presidente de China ha agradecido a Nepal su «firme adhesión a la política de una sola China», que rechaza que Taiwán y Hong Kong sean entidades independientes.
En tanto, Pekín endureció sus posiciones con relación a Taiwán, desde que Tsai Ing-wen fue electa presidenta en 2016, ya que su gobierno se niega a reconocer que la isla es parte de «una China». Taiwán ha sido una región autónoma desde 1949, pero China considera esa isla como parte inseparable de su territorio y está dispuesta a recuperarla.