46 presos yihadistas se acogen al plan voluntario de desradicalización
Estos programas voluntarios pretenden desvincular al preso de la violencia sin interferir en sus ideas religiosas o su ideología
Un total de 46 presos yihadistas se han acogido de forma voluntaria a los programas de desradicalización de las cárceles españolas, en las que actualmente 265 reclusos están sometidos a seguimiento y control en 53 centros penitenciarios para prevenir la radicalización. Estos programas voluntarios pretenden desvincular al preso de la violencia sin interferir en sus ideas religiosas o su ideología y forman parte de un plan de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias puesto en marcha en 2014.
El secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Luis Ortiz, y el coordinador de esos programas de control, Carlos Javier Lanza, han ofrecido esos datos en la jornada «Combatientes extranjeros: el fenómeno y las respuestas», organizada por el Real Instituto Elcano.
Aparte de ese programa voluntario, el plan de Prisiones contra la radicalización está haciendo en la actualidad un seguimiento a 265 reclusos —13 de ellos mujeres—, divididos en tres grupos. De ellos, 118 tienen nacionalidad marroquí y 86 española. En el primero, o grupo A, destinado a reclusos preventivos o penados por hechos relacionados con el terrorismo yihadista, hay 140 presos controlados. Doce de los yihadistas en prisión han retornado de zonas de conflicto y de ellos, dos son mujeres. Otros 49 están incluidos en el grupo B, el de presos que no están condenados por terrorismo pero sí se detecta en ellos una actitud de liderazgo o proselitista, es decir, carismáticos que pueden llegar a ser captadores o reclutadores. Mientras, en el grupo C se hace seguimiento a 76 internos. Son reclusos que por sus circunstancias son más vulnerables a la captación y radicalización.
Ortiz ha destacado a Efe la labor preventiva de plan, que ha sido seleccionado por la Unión Europea para formar a los funcionarios turcos de prisiones en esa misma materia, labor que están desarrollando sobre el terreno los expertos españoles. También Francia se ha interesado por este programa, ha dicho Ortiz.
El máximo responsable de Prisiones también se ha referido a uno de los retos a corto plazo que tienen la institución y las fuerzas de seguridad y que afectará a los presos yihadistas. Se trata de la pena de libertad vigilada, ya regulada y que establece hasta 11 limitaciones para el recluso.
Ortiz ha indicado que algunos de los presos yihadistas no tardarán en acceder a esa libertad vigilada y ha recordado que la ley permite que para algunos delitos graves, como el terrorismo, se puede acordar un seguimiento al condenado durante diez años.