2019, el año menos sangriento en Siria desde que comenzó la guerra
Por otra parte, el año ha terminado con más territorio en manos del gobierno de Al Asad
El año que se va ha sido el año con menos fallecidos en Siria desde que comenzó la guerra en 2011. 11.215 muertos en total, lo que reduce la cifra en más del 40% con respecto al año anterior, cuando fallecieron 19.799 personas. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos ha publicado hoy el recuento de fallecidos.
El número de víctimas civiles también ha descendido. Han sido un 46 % menos de los que perdieron la vida en 2018, de los cuales más de 1000 eran menores de edad, según la ONG, que cuenta con una amplia red de colaboradores en el terreno a pesar de que su sede esté en el Reino Unido.
Uno de los motivos por los que se han reducida las víctimas es el fin territorial del «califato» del Daesh, que fue derrotado en Siria el pasado mes de marzo por las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF, por sus siglas en inglés). Se trata de una alianza armada integrada principalmente por kurdos.
De los tres bandos combatientes: las Fuerzas Democráticas, el Gobierno de Bashar al-Asad y el autodenominado Estado Islámico, la que se ha cobrado más víctimas este año ha sido el Gobierno.
1.005 combatientes de las SDF perecieron, además de cuatro integrantes de la coalición internacional liderada por Estados Unidos, que interviene en Siria contra el EI y que luchó junto a las SDF contra los extremistas. En las filas de las facciones armadas islamistas y del Estado Islámico, el Observatorio registró 2.096 bajas en 2019. Mientras, en el bando gubernamental, murieron 1.523 efectivos de las tropas regulares y otros 1.241 combatientes leales al presidente Bachar al Asad.
También perecieron en los últimos meses del año 22 soldados turcos que participaban en la campaña militar lanzada por Ankara contra las milicias kurdosirias en el norte de Siria, donde las fuerzas turcas han ampliado sus dominios después de una breve ofensiva.
Este año las hostilidades se han reducido considerablemente debido a que el Ejército sirio recuperó gran parte de los territorios del país. El gobierno de al-Asad controla ahora más del 70% de los territorios. En las áreas conquistadas, parece que los conflictos han finalizado.
Sin embargo, en la provincia de Idlib (noroeste), último bastión de las facciones armadas opositoras a Damasco, el fuego sigue abierto. El pasado agosto se declaró una tregua, lo que rebajó notablemente la violencia en la región. Sin embargo, las fuerzas gubernamentales y su principal aliado, Rusia, retomaron las operaciones militares en noviembre.