Gloria amaina después de dejar al menos 10 muertos y cuatro desaparecidos
La Aemet prevé para este jueves aviso amarillo o naranja por riesgo de lluvias, aludes y fenómenos costeros en el noreste peninsular, Baleares y Andalucía
La borrasca Gloria ha empezado a amainar después de días de fuerte temporal de nieve, viento, lluvia y oleaje, dejando tras de sí al menos diez muertos y cuatro desaparecidos, aunque no se descarta que en las próximas horas pueda recrudecerse en algunas zonas puntuales. Un vecino de Palafrugell de 69 años que acudió por la noche al puerto marítimo de Palamós, en Gerona, para revisar una embarcación de su propiedad y fue sorprendido y arrastrado al mar por una ola se convirtió en la décima víctima de este violento temporal.
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) prevé para este jueves aviso amarillo o naranja por riesgo de lluvias, aludes y fenómenos costeros en el noreste peninsular, Baleares y Andalucía occidental. Desde el pasado domingo, fuertes rachas de viento han superado hasta los 144 kilómetros por hora, nevadas de más de un metro, lluvias con acumulaciones de más de 550 litros en 24 horas y fenómenos costeros que han registrado olas de más de 14 metros han dejado pérdidas millonarias en el litoral mediterráneo, sobre todo en la Comunidad Valenciana, Cataluña y Baleares.
Según la consellera de Justicia valenciana, Gabriela Bravo, y el secretario de Seguridad y Emergencias, José María Ángel, solo en esta región han fallecido cinco personas como consecuencia del temporal, la última una mujer que ha sido encontrada sin vida entre los escombros de una vivienda derrumbada en el centro de Alcoy.
También el miércoles se ha hallado el cuerpo de un hombre de 67 años en Alicante, que estaba desaparecido desde el martes, cuando fue encontrado su vehículo por la Guardia Civil en una zona inundada. Además, otras tres personas han fallecido estos días en la Comunidad Valenciana por hipotermia debido a la bajas temperaturas, una en Gandía, otra en Carcaixent y otra en Moixent. En Almería, la autopsia ha confirmado este miércoles el fallecimiento de una persona que vivía en la indigencia debido a las bajas temperaturas, mientras en Níjar un agricultor perdió hoy la vida tras quedar atrapado en el interior de un invernadero durante un temporal de granizo.
Estas muertes se suman a las del pasado domingo, en que falleció un hombre arrollado mientras colocaba las cadenas en las ruedas de su vehículo en una carretera de Asturias y la ocurrida el lunes en la localidad Pedro Bernardo (Ávila), cuando un hombre murió tras recibir el golpe de un desprendimiento de una cornisa.Se busca además a dos personas desaparecidas en Ibiza, otra en mallorca y una cuarta en Palamós (Gerona), en donde por la noche se contabilizó la décima víctima mortal. En Malgrat de Mar (Barcelona), los agentes de la unidad subacuática de los Mossos d’Esquadra han rescatado a un hombre que quedó aislado en su casa debido a la crecida del río Ter.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha expresado en su cuenta de Twitter su solidaridad y apoyo a las familias de las víctimas de la borrasca Gloria y a quienes están sufriendo las fatales consecuencias de este temporal. Sánchez ha reiterado su agradecimiento a los servicios de emergencia que trabajan sin descanso para auxiliar a la población.
Mi solidaridad y el apoyo del Gobierno a las familias de las víctimas de la #BorrascaGloria y a quienes están sufriendo las fatales consecuencias de este temporal. Reitero el agradecimiento a los servicios de emergencia que trabajan sin descanso para auxiliar a la población. pic.twitter.com/dfRl3b5IxD
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) January 22, 2020
La borrasca Gloria se ha ensañado especialmente con el litoral catalán, que ha sufrido la peor tormenta de levante de este siglo, y ha engullido el Delta del Ebro, una inundación que en palabras del Secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, supera «el peor de los escenarios» que preveía el Gobierno en caso de catástrofe en la región. La borrasca ha provocado numerosos estragos en el litoral mediterráneo inundando miles de hectáreas de arrozales y destrozando playas, además de copiosas nevadas que han dejado sin clase a miles de alumnos en varias regiones y la crecida de varios ríos.