«Detengan el dolor». Philonise Floyd, hermano de George Floyd ha dado un emotivo discurso en el Congreso de Estados Unidos para suplicar a los legisladores que la muerte de su hermano mayor “no sea en vano”. Con la voz cargada de emoción y, en ocasiones, a punto de romper en lágrimas, Philonise Floyd defendió que su hermano «no merecía morir por 20 dólares», en referencia al supuesto billete falso de ese valor que el fallecido usó en una tienda y que provocó su detención.
En contexto: la muerte de George, ciudadano negro residente en Mineápolis, a manos de un policía blanco ha conmocionado a la sociedad estadounidense. Su muerte ha generado protestas, inicialmente en la ciudad en la que falleció, que poco a poco fueron extendiéndose a otras ciudades del país y, finalmente, del mundo. La muerte de Floyd es el enésimo caso de un policía blanco que mata a un ciudadano negro que no iba armado en el momento de encontrarse con las autoridades.
El testimonio del hermano del fallecido a favor de una reforma policial ha sacudido la conciencia del Congreso del país. “Honren a George y hagan los cambios necesarios para que las fuerzas de seguridad sean la solución y no el problema”, ha dicho Philonise. Con todo, algunas voces conservadoras han recurrido al fantasma del miedo y asegurado que cualquier cambio traería más crimen.
Philonise ha descrito a George Floyd como «un gigante amable» con «buenos modales» que, incluso, mientras «suplicaba clemencia», seguía llamando «señor» al policía que durante casi nueve minutos apretó la rodilla contra su cuello hasta provocarle la muerte por asfixia.
Tras escuchar las palabras de Philonise Floyd, varios legisladores republicanos han reconocido que es necesario acabar con los policías que cometen infracciones, pero han negado que haya un problema sistemático y, además, han aprovechado para cuestionar las peticiones de quienes desde hace días protestan en la calle.
Por su parte, los demócratas han aprovechado la audiencia para promover un proyecto de ley que está debatiendo la Cámara de Representantes para reformar las tácticas policiales y que, entre otras cosas, prohibiría a los agentes a agarrar por el cuello a los detenidos, la maniobra que acabó con la vida de Floyd.