Francia ha repatriado a 10 niños hijos de yihadistas de nacionalidad francesa que se encontraban retenidos en campamentos bajo control kurdo del noreste de Siria. Se trata de huérfanos o «casos humanitarios», según ha indicado el departamento francés de Exteriores, que ha añadido que una vez en Francia han quedado en manos de las autoridades judiciales.
Por qué es importante: las autoridades kurdas del noreste de Siria afirman que tiene en su poder a 4.000 mujeres y 8.000 niños extranjeros en tres campos de desplazados. Francia no quiere repatriar a los 150 adultos, hombres y mujeres, que combatieron en las filas del Estado Islámico y prefiere que sean juzgados en territorio sirio. Unos 300 hijos de yihadistas franceses se encuentran en los campos de Al-Hol y Roj, bajo control kurdo.
El Ministerio ha señalado que la decisión de trasladarlos a Francia se justifica por «la situación de estos niños particularmente vulnerables y en el marco de las autorizaciones dadas por los responsables locales». Los niños son objeto ahora de seguimiento médico y los servicios sociales van a ocuparse de ellos.
Desde el colapso del grupo Estado Islámico en marzo de 2019, Francia ha repatriado a 28 hijos menores de yihadistas franceses que fueron a Siria o Irak para integrarse en grupos terroristas.
Anteriormente había traído cinco en marzo de 2019, doce en junio de 2019 y una niña con malformaciones cardíacas en abril. La situación de los niños que no son huérfanos es más complicada porque para poder repatriarlos las autoridades necesitan la autorización de la madre.