Las medidas fiscales para la reconstrucción del país tras la crisis del coronavirus que han pactado el PSOE y Unidas Podemos, socios en el Gobierno de coalición, no incluyen el impuesto a las grandes fortunas que defendía el partido de Pablo Iglesias.
Por qué es importante: Unidas Podemos avanzó que el Impuesto a las Grandes Fortunas sería una de sus propuestas centrales para la Comisión de Reconstrucción, que se creó en el Congreso hace casi dos meses. Sin embargo, la idea ha tropezado con las reticencias de su socio de Gobierno y finalmente no ha salido adelante.
En el amplio documento acordado por ambos y que servirá de base para negociar con otros grupos parlamentarios un pacto para la reconstrucción tras el coronavirus[contexto id=»460724″], sí aparece una apuesta por avanzar en la reforma del modelo tributario sobre la base de la justicia fiscal. Se trata, argumentan, de que aporten más quienes más tienen.
Pero esa apuesta no se traduce en medidas concretas como el impuesto nuevo que Unidas Podemos promovió y que planteaba «gravar con un mínimo del 2% a los patrimonios que superaran un millón de euros». Ese nuevo impuesto sustituiría al actual impuesto de patrimonio y, según las estimaciones de la formación morada, podría recaudarse con él alrededor de 11.000 millones de euros.
Ya el martes el portavoz de Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, dejó entrever en una rueda de prensa que dicha tasa quedaría fuera del documento que estaba negociando con la dirección parlamentaria socialista, encabezada por Adriana Lastra, aunque seguiría insistiendo hasta apurar el plazo, que acabó el miércoles a las 21:00 horas. «Creo que no les revelo nada: hay diferentes posiciones respecto de este impuesto», dijo Echenique.