El asesinato de una mujer soldado del Ejército de EEUU y el posterior suicidio del principal sospechoso han puesto de relieve el acoso sexual en las fuerzas armadas estadounidenses.
En contexto: Vanessa Guillén, una especialista del Ejército estadounidense de 20 años en Fort Hood, Texas, desapareció hace más de dos meses. Tras semanas de búsqueda, un abogado de la familia Guillén confirmó que unos restos humanos encontrados el 30 de junio cerca de su antigua base eran de la militar desaparecida. El principal sospechoso del caso, un compañero del Ejército llamado Aaron Robinson, que también estaba basado en Fort Hood, se suicidó el miércoles pasado cuando la policía lo tenía cercado.
Otra sospechosa, Cecily Aguilar, la novia de Robinson, fue acusada el jueves pasado de «conspiración para manipular pruebas».
Desde la desaparición de Guillén el 22 de abril, sus seres queridos dijeron reiteradamente que fue acosada sexualmente en la base militar. «Tenía miedo de denunciarlo», dijo su hermana Lupe a la cadena ABC News. «Informó a sus amigos. Informó a su familia. Incluso informó a otros soldados en la base», aseguró.
Sin embargo, Lupe Guillén, señaló: «pero ella no quería hacer un reporte formal porque tenía miedo de represalias y ser excluida, y, como la mayoría de las víctimas, solo trató de lidiar con eso ella misma».
El caso de Guillén ha sido abordado por varias figuras públicas prominentes, incluido el precandidato demócrata a la presidencia Joe Biden.
Según la abogada de familia de Guillén, Natalie Khawam, Guillén había planeado presentar una denuncia de acoso sexual contra Robinson, quien acabó matándola de un martillazo en la cabeza para evitar ser incriminado. El acoso sexual es algo «epidémico» en el Ejército estadounidense, según la abogada, quien ha pedido que el Congreso aborde el tema.
Damon Phelps, el oficial encargado de la investigación realizada por las fuerzas armadas, dijo la semana pasada que, hasta el momento, no había «información creíble» para sostener las acusaciones de acoso sexual.
Este lunes, sin embargo, el comandante de la base de Fort Hood, Scott Efflandt, prometió que se llevará a cabo la investigación sobre acoso sexual. «Cada persona que levante la mano derecha para servir a su familia y su país con el uniforme merece estar segura y ser tratada con dignidad y respeto».