La Generalitat ha concedido el tercer grado a los nueve presos del procés al aceptar la propuesta de las juntas de tratamiento de las cárceles catalanas en las que cumplen condena para que pasen a este régimen de semilibertad, cuya última decisión recae en el tribunal sentenciador, en su caso el Supremo.
Por qué es importante: los nueve encarcelados, que ya han recibido la noticia, únicamente tendrán que ir a dormir a prisión entre semana.
En la rueda de prensa posterior a la reunión semanal del Govern, la portavoz Meritxell Budó ha destacado que «es una muy buena noticia a nivel personal» que los presos puedan acceder al tercer grado, aunque ha señalado: «Queremos que les den no el tercer grado sino la libertad». Según Budó, es «más evidente que nunca que en nuestro país hay presos políticos y exiliados políticos».