La Corte Suprema de Justicia de Colombia ha ordenado la detención domiciliaria del expresidente y senador Álvaro Uribe, que está siendo investigado por presunto fraude procesal y soborno de testigos, según ha informado el propio acusado.
En contexto: Uribe, que gobernó Colombia entre 2002 y 2010, se convierte en el primer expresidente colombiano al que se le ordena la detención. Su caso comenzó en 2012, cuando demandó por supuesta manipulación de testigos al senador izquierdista Iván Cepeda, que en esa época preparaba una denuncia en el Congreso en su contra por supuestos vínculos con el paramilitarismo. La demanda acabó volviéndose en su contra.
«La privación de mi libertad me causa profunda tristeza por mi señora, por mi familia y por los colombianos que todavía creen que algo bueno he hecho por la patria», se ha pronunciado Uribe, sobre la decisión de la Corte, que sin embargo no ha hecho aún un anuncio al respecto. El partido Centro Democrático, fundado por Uribe y que está en el poder, expresó ayer su «grave preocupación» por versiones que circulaban sobre un posible fallo contrario a su líder.
El proceso de Uribe contra Cepeda dio un giro de 180 grados cuando el magistrado José Luis Barceló, de la Corte Suprema, que fue quien recibió el caso, no sólo lo archivó sino que decidió abrir una investigación al expresidente por supuesta manipulación de testigos.
La Corte Suprema escuchó en octubre del año pasado a Uribe y decidió el pasado martes ordenar su detención domiciliaria. Uribe responde al proceso penal en la Corte Suprema porque su condición de senador ha provocado que su caso quede fuera de la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes, que es la que se ocupa de los procesos a los expresidentes.