La exprimera dama de Estados Unidos Michelle Obama salvó este lunes, con un poderoso llamamiento a derrotar al presidente Donald Trump, la apertura de la Convención Nacional Demócrata, en un insulso formato virtual debido a la pandemia del coronavirus.
Por qué te lo contamos: la de Obama fue la intervención estrella de la noche en la primera jornada de la convención, que duró apenas dos horas, mucho menos que anteriores ediciones. Muy pocos de los que participaron con discursos mayoritariamente grabados brillaron como la exprimera dama o captaron la atención de los medios de comunicación o de las redes sociales.
«Déjenme ser tan honesta y clara como pueda. Donald Trump es el presidente erróneo para nuestro país. Ha tenido tiempo de sobra para probar que podía hacer el trabajo, pero claramente es difícil de comprender. No está a la altura del momento. Simplemente no puede ser quien necesitamos que sea. Es lo que es», indicó Obama.
La exprimera dama destacó en su discurso, que estaba grabado, las divisiones en que está sumido EE.UU.: «Ahora, entiendo que algunas personas no escucharán mi mensaje. Vivimos en una nación que está profundamente dividida, y soy una mujer negra hablando en la Convención Demócrata».
Aun así, advirtió a los espectadores de que si tenían que quedarse con algo de su discurso, que fuese que la situación todavía puede empeorar. «Si piensan que las cosas no pueden ir a peor, confíen en mi, sí que pueden; y lo harán si no hacemos un cambio en estas elecciones«, agregó Obama, al tiempo que pidió el voto para el exvicepresidente Biden, virtual candidato demócrata a la Casa Blanca.
Pocos (o ninguno) brillaron como la exprimeradama. La excepción fue quizás el senador izquierdista Bernie Sanders, quien escenificó la unión de su movimiento a la candidatura de Joe Biden, ante la deriva «autoritaria» que, en su opinión, ha tomado el Gobierno de Donald Trump.
«Permítanme aprovechar la oportunidad para dirigir unas palabras a los millones de personas que apoyaron mi campaña», dijo Sanders, al que desde el aparato del partido han acusado de no haber convencido a sus votantes en 2016 de acudir en masa a las urnas en pro de la entonces candidata demócrata a la Presidencia, Hillary Clinton.
«Muchas de las ideas por las que luchamos -sostuvo-, ahora son mayoritarias, pero si Trump es reelegido, todo el progreso que hemos hecho está en riesgo«, afirmó durante la Convención Nacional Demócrata el senador, que recibió diez millones de votos en las primarias en las que se enfrentó a Biden.
Sanders enfatizó que las próximas elecciones del 3 de noviembre van a ser «las más importantes de la historia moderna» de Estados Unidos, ya que afirmó que bajo el Gobierno de Donald Trump «el autoritarismo ha echado raíces en este país».
Por ello, Sanders, que lidera el ala izquierdista del partido, llamó a progresistas, moderados y conservadores a trabajar de la mano para combatir a un presidente que, insistió, «avanza por el camino del autoritarismo«. «Nerón tocaba el violín mientras Roma ardía. Trump juega al golf», dijo.
Más allá de los poderosos personalismos, los demócratas invitaron a su convención a víctimas de las dos crisis que han convulsionado el país en los últimos meses y que Trump no ha sabido gestionar: la pandemia y la violencia policial.
Participó Philonise Floyd, hermano de George Floyd, asesinado en mayo por un policía blanco en Mineápolis, una muerte que provocó una ola de protestas raciales en todo el país.
«George debería estar vivo hoy. Breonna Taylor debería estar viva hoy. Ahmaud Arbery debería estar vivo hoy. Eric Garner debería estar vivo hoy (…) Así que nos toca a nosotros continuar. Nunca dejaremos de decir sus nombres», dijo al enumerar los fallecidos por la violencia racista, para los que abrió un minuto de silencio.
La otra víctima con altavoz fue la latina Kristin Urquiza, que en junio perdió a su padre por culpa de la COVID-19, que en Estados Unidos se ha cobrado ya 170.000 vidas, más que en ningún otro país.
«Yo soy una de los muchos que han perdido a un ser querido por la COVID-19. Mi padre, Mark Anthony Urquiza, debería estar hoy aquí, pero no lo está. Era un (hombre) sano de 65 años. Su única afección preexistente fue confiar en Donald Trump, y por eso, ha pagado con su vida», lamentó la mujer.
Trump estuvo muy activo en Twitter mientras duraba la primera jornada de la convención, aunque ignoró por completo a Biden y dirigió su ira contra el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, quien azotó a la Casa Blanca por su gestión de la pandemia.
El mandatario dedicó una docena de tuits y sobre todo retuits contra Cuomo, culpándole de las más de 32.000 vidas que el coronavirus se ha cobrado en su estado.
Sí se refirió a Biden el portavoz de la campaña de Trump, Hogan Gidley: «Si Joe Biden hubiera sido presidente, la crisis del coronavirus sería dramáticamente peor. Los demócratas pueden tratar de ocultar la peligrosa verdad con un publireportaje producido por Hollywood, pero no pueden ocultar el hecho de que socialistas radicales de izquierda han tomado el control de Joe Biden»