El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, ha relevado de su cargo al embajador bielorruso en España, Pável Pustovói, por sus críticas a la violencia policial en su país y su apoyo a un nuevo recuento de los votos emitidos en las polémicas elecciones presidenciales del pasado 9 de agosto.
En contexto: el embajador comentó el pasado 19 de agosto en su página de Facebook que la situación en la antigua república soviética era «inaceptable» en un país europeo del siglo XXI. Además, aboga por un nuevo recuento de los votos como vía para el arreglo pacífico de la crisis y cree necesaria una investigación judicial contra los que golpearon a los manifestantes e instigaron el desproporcionado uso de la fuerza por parte de los efectivos antidisturbios.
El presidente, que se aferra al poder desde 1994, ya había relevado la pasada semana por el mismo motivo al embajador bielorruso en Eslovaquia. Lukashenko ha firmado este mismo lunes el decreto de destitución de Pustovói, quien también ejercía el cargo de representante bielorruso ante la Organización Internacional de Turismo, según informa la agencia BELTA. Uno de los líderes de la oposición unificada, Pável Latushko, que fue ministro de Cultura y también embajador bielorruso en España, ha asegurado en declaraciones a Efe que Lukashenko se ha quedado anclado en el siglo XX.
Más de 100.000 personas participaron el pasado domingo en Minsk en la tercera marcha pacífica contra Lukashenko, quien hoy propuso reformar la Constitución, pero se niega a dialogar con el Consejo coordinador opositor para el traspaso del poder.
Los países bálticos, miembros de la Unión Europea (UE) y de la OTAN, quisieron unir sus fuerzas para apoyar a los manifestantes del país vecino, que inician su cuarta semana de protestas y han declarado al presidente ‘persona non grata’.