Dos iglesias quemadas tras una multitudinaria marcha en el aniversario de las protestas chilenas
Al menos dos iglesias del centro de Santiago de Chile han sido quemadas tras la multitudinaria manifestación que congregó a decenas de miles de personas para conmemorar el primer aniversario de ola de protestas, las más graves desde el fin de la dictadura militar (1973-1990).
Lo más importante: las dos iglesias quemadas se encuentran en los alrededores de Plaza Italia, el epicentro del llamado «estallido social» y que este domingo fue escenario de una de las concentraciones más masivas en lo que va de año. Las concentraciones se deben al aniversario del comienzo de la ola de protestas en Chile por la igualdad social.
El primer santuario en arder fue la Iglesia San Francisco de Borja, usado regularmente por el cuerpo policial de Carabineros para ceremonias institucionales, y horas más tarde fue la Iglesia de la Asunción, una de las más antiguas de la capital, con más de un siglo y medio de antigüedad.
«Indignación y tristeza por el incendio y destrucción de la parroquia de La Asunción, y el ataque a la iglesia San Francisco de Borja, ambos inmuebles patrimoniales», ha dicho en su cuenta de Twitter la ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio de Chile, Consuelo Valdés.
La iglesia de San Francisco de Borja fue también saqueada y algunas de sus imágenes religiosas fueron quemadas en la calle, mientras que la de La Asunción vio como su cúpula caía al suelo consumida por las llamas.
En las cercanías de la rotonda, bautizada por los manifestantes como «Plaza Dignidad», han sido saqueados además varios comercios, entre ellos un supermercado de una cadena internacional, y también se han registrado ataques de encapuchados a algunas comisarías de la periferia capitalina.
El presidente chileno, el conservador Sebastián Piñera, quien pasó todo el día en su residencia, se trasladó por la tarde al Palacio de La Moneda -sede del Gobierno- para monitorear los incidentes, que ensombrecieron una jornada que transcurrió durante horas en un ambiente muy festivo y familiar.
Jóvenes, adultos mayores, colectivos sociales y familias enteras se acercaron desde tempranas horas a la plaza, blandiendo banderas y pancartas a favor de una mayor igualdad social y coreando la frase que se ha convertido en el lema de las revueltas: «¡Chile despertó!».
Según los Carabineros, al menos 18 agentes han resultado lesionados en distintos puntos de la capital. A diferencia de otras semanas, el cuerpo policial estuvo la mayor parte del día replegado y empezó a actuar cuando comenzaron los desmanes. La institución está en el punto de mira por su crudeza en la represión de las marchas, que dejaron una treintena de muertos y miles de heridos, y diversos organismos internacionales, como la ONU, les han acusado de haber cometido violaciones a los derechos humanos. Según la Fiscalía, hay más de 4.600 causas abiertas contra ellos.
Las concentraciones por el aniversario se celebran a una semana de que más de 14,5 millones de chilenos decidan en un histórico plebiscito si quieren reemplazar la actual Constitución, heredada de la dictadura y vista como el origen de las desigualdades que aquejan al país.