Trump y Biden chocan en la pandemia, la inmigración y el racismo en un último cívico debate electoral
Tuvo que ser en su segundo cara a cara cuando el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su rival demócrata Joe Biden, por fin debatieron. El último encuentro electoral antes de los comicios del 3 de noviembre ha estado marcado por sus disímiles posturas sobre la gestión de la pandemia, la inmigración, el racismo y el cambio climático y la industria petrolera. Un debate cívico y organizado que ha distado mucho del espectáculo que dieron ambos candidatos a la presidencia de Estados Unidos para los próximos cuatro años en el anterior encuentro, en el que predominaron los insultos y los ataques personales.
En contexto: a menos de dos semanas para las elecciones del 3 de noviembre, el exvicepresidente Joe Biden aventaja al presidente Donald Trump por 7,5 puntos porcentuales en la intención de voto a nivel nacional, según la media de distintos sondeos elaborada por la web de noticias políticas estadounidense Real Clear Politics. No obstante, en las elecciones de 2016 todos los sondeos fallaron y Donald Trump se convirtió en el 45 presidente de los Estados Unidos.
El tono de este segundo debate nada tuvo que ver con el primero, celebrado el 29 de septiembre en Cleveland (Ohio), que estuvo marcado por las múltiples interrupciones, sobre todo, de Trump, y un ambiente muy crispado, que motivó que en el encuentro de esta noche se silenciaran los micrófonos en algunos momentos. El cara a cara de Nashville fue tenso pero se respetaron los turnos en general.
La moderadora del último debate presidencial en Estados Unidos, Kristen Welker, fue la más elogiada de la noche en las redes sociales, aunque le ayudó el hecho de que el presidente, Donald Trump, estuviera mucho más contenido y de que se pudieran silenciar los micrófonos.
Estos son los principales puntos que marcaron el último duelo verbal entre los candidatos a la Casa Blanca antes de las elecciones del 3 de noviembre:
La pandemia: vacuna «en semanas» vs. «un invierno oscuro»
Uno de los principales asuntos en el que exhibieron sus profundas discrepancias fue la gestión de la pandemia que en el país ya suma 8, 4 millones de contagios, sobre la que ambos dibujaron un panorama muy distinto. Trump quiso hacerse valedor de su experiencia tras haber pasado su enfermedad: «Soy inmune, cada vez más gente se está recuperando», subrayó el presidente, quien afirmó que su gobierno combate «enérgicamente» la pandemia.
El presidente auguró, además, que habrá pronto una vacuna contra la COVID-19: «Creo que habrá una vacuna dentro de semanas, y será distribuida antes de acabar el año», aseveró e presidente, pese a que muchos científicos apuntan más bien a 2021.
«Cualquiera que sea responsable de tantas muertes no debería seguir siendo presidente de Estados Unidos», le espetó Biden a Trump en la apertura del debate, advirtiendo que el país se enfrenta a «un invierno oscuro» en un momento en que ya hay más de 222.222 muertos por la COVID-19 en el país.
Trump: «Soy la persona menos racista de esta sala»
«Creo que tengo grandes relaciones con todo el mundo, soy la persona menos racista de esta sala», aseguró Trump durante el bloque del debate dedicado al racismo, mientras que el vicepresidente de Barack Obama afirmó que Trump es «el presidente más racista de la historia moderna» de Estados Unidos.
Ambos aprovecharon el bloque del racismo para acusarse mutuamente de haber perjudicado más a la comunidad afroamericana. Trump recordó que su rival fue el impulsor en el Senado de una ley del crimen en 1994 que provocó que miles de afroamericanos terminaran entre rejas y que él aprobó una reforma en el sentido contrario poco después de llegar al poder.
Además, dijo que ha sido el presidente que más ha hecho por la comunidad negra en la historia de Estados Unidos con la posible excepción de Abraham Lincoln, quien abolió la esclavitud en 1863.
Biden, por su parte, repasó el historial de comentarios racistas de Trump y recordó que en 1989 abogó por la pena de muerte para un grupo de adolescentes afroamericanos conocidos como los Central Park Five que fueron acusados de un crimen que no cometieron.
La separación de familias inmigrantes: una política «criminal»
Trump recibió la ofensiva de Biden que lo acusó de llevar a cabo una política «criminal» al separar a familias migrantes en 2018 como parte de la política de «tolerancia cero». La organización de defensa de los derechos humanos ACLU indicó esta semana que todavía hay 545 menores alejados de sus progenitores producto de la política que duró cerca de seis semanas y que tuvo que ser suspendida ante la ola de indignación.
«Es algo criminal (…) Hace que seamos el hazmerreír del mundo y viola todo los conceptos de lo que somos como nación», lamentó Biden, ante lo que Trump defendió que su Gobierno está «intentando muy en serio» encontrar a esos padres y madre, algo que no es cierto, ya que quienes están buscando a los progenitores de los menores son abogados y grupos de derechos humanos seleccionados por un tribunal.
Trump defendió su política y afirmó que los niños habían sido llevados a la frontera por «coyotes y mala gente». Además, el presidente aseguró que «hora tenemos la frontera más sólida que hemos tenido».
Cambio climático e industria petrolera
El candidato demócrata asumió un riesgo al afirmar que si resulta elegido iniciará una transición gradual para dejar de depender de la industria del petróleo.
Trump reaccionó raudo instando a los estados clave de Texas, Ohio y Pensilvania a que recuerden esta afirmación, en un momento en que el demócrata parece liderar la carrera en estos feudos claves para llegar a la Casa Blanca.
Además el mandatario -que sostiene posturas que cuestionan el cambio climático- afirmó que Estados Unidos tiene el «aire y el agua más limpios» en años y desestimó energías renovables como las eólicas afirmando que matan a los pájaros.
Acusaciones cruzadas de corrupción
El republicano y el demócrata se señalaron mutuamente durante el debate presidencial de recibir dinero de Gobiernos extranjeros, unas acusaciones que ambos negaron.
Trump siguió con sus acusaciones contra su rival y le exigió que explicara a la opinión pública las acusaciones sobre la presunta corrupción en los negocios de su hijo Hunter en China y Ucrania cuando Biden era vicepresidente de Barack Obama (2009-2017).
«No he recibido ni un centavo de ningún Gobierno extranjero en mi vida», indicó el que fuera vicepresidente de Barack Obama entre 2009 y 2017 y recordó que Trump paga más impuestos en el extranjero que en Estados Unidos y que tiene una cuenta bancaria secreta en China.
«Esto es un montón de basura», sentenció el demócrata, pero Trump insistió y lo acusó de ser un «político corrupto». «No me venga con eso de que es un bebé inocente».
Kim Jong Un y Hitler
El último debate consagró una parte importante a la diplomacia y Biden aprovechó de atacar a Trump por su vínculo con el líder norcoreano Kim Jong Un. «Él habló de su buen amigo, que es un matón», afirmó Biden, acusando a Trump de legitimar a Corea del Norte.
Pero Trump respondió que se reunió con el líder norcoreano en tres ocasiones y con ello logró alejar la amenaza de una «guerra nuclear».
A lo cual Biden respondió exasperado: «Es como decir que teníamos una buena relación con Hitler antes de que invadiera Europa, el resto de Europa. Por favor».