En la serie de ataques con rifles de asalto perpetrado el martes en el centro de Viena participó «al menos un terrorista islamista», mientras que el número de personas asesinadas asciende a cuatro, ha informado el ministro de Interior de Austria, Karl Nehammer en rueda de prensa en la capital austríaca. Además, uno de los atacantes ha muerto tras ser abatido en un tiroteo con la Policía, y otro sigue huido.
Por qué te lo contamos: la Policía continúa su investigación y la búsqueda de un segundo terrorista fugado, partiendo de la base de que fueron dos hombres los implicados aunque sin descartar que pudieron haber participado más personas en el crimen. El de este lunes, es el primer atentado terrorista en Viena en 35 años. El último atentado terrorista vivido en Viena fue el 29 de agosto de 1981, precisamente contra la sinagoga central (Stadttempel), donde un comando de terroristas palestinos mató a dos personas.
«No podemos excluir que haya más agresores, por eso siguen las investigaciones en torno al atacante. En este momento creemos que hubo más de un agresor», ha declarado el presidente de la Policía de Viena Gerhard Pürstl.
Nehammer ha precisado que el atacante abatido era un «seguidor del Estado Islámico», en referencia al grupo yihadista de Oriente Medio.
El atentado comenzó con un tiroteo sobre las 20:00 (19:00 GMT) en una céntrica calle de donde se ubica la principal sinagoga de Viena, que estaba cerrada en ese momento, y muy cercana a una frecuentada zona de bares. Desde ahí, los agresores se desplazaron por el centro de la ciudad, ametrallando indiscriminadamente a quienes ocupaban las terrazas de los locales. Siete policías usaron anoche sus armas y uno de los agresores «fue neutralizado a las 20:09 horas», ha precisado Pürstl.
Cuatro civiles -dos hombres y dos mujeres- murieron por los disparos de los atacantes, mientras que otras quince personas se encontraban hoy hospitalizadas tras resultar heridas, algunas de ellas graves.
Unos 1.000 agentes, entre ellos de unidades especiales, además de equipos especiales del ejército, participaron en una gran operación que continúa para capturar al atacante huido, mientras prosiguen las investigaciones en el entorno del agresor, ha explicado Pürstl. El ejército ha desplazado 75 soldados especiales para proteger edificios, mientras que Alemania y Hungría han anunciado el envío de fuerzas especiales.
Pürstl ha precisado que el piso en el que vivía el terrorista fallecido fue abierto con explosivos por los agentes y que la población ha enviado a la policía unos 20.000 vídeos con imágenes de lo que sucedía en la ciudad.
«El terror y la violencia no pueden tener lugar. Con ataques de este tipo no nos van a quitar nuestros derechos y libertades», ha sentenciado Nehammer.