Intentar todas las medidas antes de plantear un nuevo confinamiento domiciliario. Esta es la estrategia del Gobierno a la que este miércoles ha puesto un plazo de entre dos y tres semanas, mientras nuevas comunidades como Murcia, Galicia y Cantabria se sumaban al cierre total o parcial de la hostelería.
Tras participar en el Consejo Interterritorial de Salud, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha vuelto a subrayar la necesidad de dar margen a las medidas pese a la escalada incesante de contagios, que hoy ha sumado 25.042 nuevos casos y 1.623 fallecidos más desde marzo (888 en los últimos siete días), según el nuevo sistema de recuento.
«No ha habido una discusión sobre el confinamiento domiciliario, aunque algunas comunidades han expresado que no se puede perder de vista, pero la conclusión es que hay que darse un tiempo de dos o tres semanas», ha señalado Illa, que ha remarcado que cualquier medida debe aplicarse durante al menos siete días.
El Gobierno y las comunidades autónomas han decidido en esa reunión que el toque de queda y los confinamientos perimetrales establecidos en casi todas las comunidades se prolonguen más allá del 9 de noviembre, fijado en el primer decreto del estado de alarma, y que Madrid pueda llevar a cabo el cierre territorial de tres días durante el próximo puente de la Almudena.
Nuevos cierres en el sector hostelero
Para apurar todas las restricciones hay que reducir al máximo los contactos, y en esa cadena de relaciones uno de los principales eslabones es la hostelería, cuyo cierre ha anunciado este miércoles Murcia, parcialmente Galicia y sólo en el interior de los locales Cantabria.
Cataluña fue la primera comunidad en cerrar bares y restaurantes hace 19 días y ahora se ha convertido en referente sobre los efectos de la medida, tras registrar los primeros resultados positivos, con una caída de la velocidad de reproducción del virus por debajo de 1 y una reducción de los contagios por debajo de los 3.700, que debe confirmarse en los próximos días.
Después de Cataluña cerró la hostelería Navarra y esta semana lo hacen Asturias y Castilla y León, una vez que solicitaron sin éxito al Gobierno que facilitara la posibilidad de recurrir al confinamiento general, como también habían pedido Ceuta y Melilla y este miércoles ha hecho el País Vasco en el Consejo Interterritorial.
Murcia ha decidido cerrar todos los negocios hosteleros desde el próximo sábado y durante dos semanas, con la previsión de que pueda reducir en un 70 % el crecimiento de contagios, que tienen una incidencia acumulada por 100.000 habitantes en 14 días de 604.
También Galicia ha anunciado este miércoles que amplía las restricciones a 60 municipios donde vive el 60 por ciento de la población de la comunidad con su confinamiento perimetral, el cierre de la hostelería y la limitación del deporte a la práctica individual
El Gobierno de Cantabria, por su parte, ha prohibido la actividad en el interior de los bares y ha ordenado el confinamiento de todos sus municipios hasta el 18 de noviembre, tras registrar un récord de contagios con una incidencia de 428 casos y una ocupación hospitalaria del 10,5 % y del 15,5 % en las ucis.