La Justicia francesa ha condenado a la empresa de vehículos de transporte sin conductor (VTC) Uber por 25 cláusulas «abusivas» o «ilícitas» de utilización en antiguos contratos de su plataforma, ha anunciado la asociación de consumidores UFC-Que Choisir (UFC-Qué elegir), que había presentado la demanda.
Lo más importante: un tribunal parisino ha condenado a la plataforma estadounidense de servicios de transporte (que, además de vehículos con conductor, también ofrece bicicletas, monopatines y entrega de comidas) a retirar estas 25 cláusulas de las condiciones de utilización y de su política de confidencialidad, que se acepta cuando se instala la aplicación, según un fallo con fecha del 27 de octubre consultado. Tras condenas similares a las gigantes estadounidenses Facebook, Twitter y Apple, Uber ha sido condenado a pagar 50.000 euros a la UFC-Que Choisir «en reparación por el daño moral causado al interés colectivo y a los consumidores».
La plataforma estadounidense deberá colocar además un enlace con la decisión de la Justicia en su página web y en la aplicación durante tres meses. Entre las cláusulas cuestionadas, una le permite a Uber suspender a un usuario «por cualquier motivo» y «en todo momento», lo que es ilegal en la normativa francesa. Uber se presenta también como «intermediario» y no como un servicio de transporte, eludiendo artificialmente su responsabilidad en caso de mal funcionamiento. La plataforma limita asimismo su responsabilidad a 500 euros en caso de daños corporales o materiales, pese a que la ley le imputa una «responsabilidad de pleno derecho».
«El tribunal judicial de París ha pillado a Uber, que pretendía eludir la legislación francesa en lo que respecta a sus condiciones generales y a su declaración de confidencialidad», ha celebrado Alain Bazot, presidente de UFC-Que Choisir, en un comunicado. «La señal es clara: los consumidores no deben ser abandonados», ha subrayado.
Un portavoz de Uber ha asegurado que esta decisión está relacionada con una «antigua versión» de sus condiciones de utilización y que en 2019 fueron revisadas y mejoradas en línea con las prescripciones del derecho del consumo en Francia.