El fiscal general de EEUU autoriza las investigaciones sobre posibles irregularidades en las elecciones
El jefe del Departamento de Justicia de Estados Unidos, William Barr, le ha dado a fiscales federales de todo el país una autorización general para abrir investigaciones sobre irregularidades en el voto, mientras el mandatario Donald Trump sigue afirmando que perdió las elecciones presidenciales debido a que hubo fraude.
Lo más importante: Barr indica en su carta a los fiscales de todo el país que esto no es una indicación de que el Departamento de Justicia tenga ya evidencia de casos genuinos en los comicios, pero esto libera a los funcionarios de antiguas restricciones para este tipo de investigaciones, en medio de un agudo debate político en Estados Unidos en el que los republicanos denunciaron que hubo votos ilegales e ilegalidades en el conteo, sin aportar evidencias.
«Dado que las votaciones en las actuales elecciones concluyeron, os autorizo a investigar denuncias significativas de irregularidades en el voto y en el proceso de recuento, antes de la certificación de las elecciones en sus jurisdicciones», ha dicho Barr.
El alto funcionario nombrado por Trump[contexto id=»381723″] ha explicado a los fiscales que «estas investigaciones o revisiones deben ser conducidas cuando haya denuncias que sean claras y aparentemente creíbles de irregularidades, que si se comprobaran ciertas, podrían potencialmente tener impacto en el resultado de la elección federal en un determinado estado».
Después de esta notificación, el jefe del servicio responsable de delitos electorales, que supervisa las investigaciones de fraude, Richard Pilger, ha anunciado su renuncia, según informan varios medios nacionales. «Después de estudiar las nuevas reglas y sus ramificaciones, desafortunadamente tengo que renunciar a mi cargo», ha dicho en un correo enviado a su equipo, según el New York Times.
Habitualmente, las investigaciones de fraude son competencia de los estados, que establecen sus reglas. La política hasta ahora del Departamento de Justicia ha sido de esperar que los recuentos de votos estén certificados, se complete el recuento y que ya hayan concluido las elecciones antes de implicarse.
Trump, en una postura sin precedentes para un presidente estadounidense, sigue sin reconocer el triunfo de su rival, insistiendo en las acusaciones de fraude. Pero aunque su equipo ha recurrido a los tribunales, no se han conocido pruebas de irregularidades significativas.
El equipo del mandatario lucha por impugnar los resultados y revertirlos en varios estados claves donde Biden ganó por un estrecho margen: Pensilvania, Nevada, Georgia y Arizona.