El presidente de FAPE ha señalado que debería invertir en alfabetización mediática en vez de pensar en comités contra la desinformación
El presidente de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), Nemesio Rodríguez, cree que el procedimiento abierto por el Gobierno contra la desinformación «peca de poca claridad y mucha ambigüedad, y que dice más por lo que calla que por lo que realmente expresa». Así se ha pronunciado el responsable de la FAPE en un desayuno de trabajo virtual en el que ha conversado con sus excolegas en el mismo cargo, como Carmen del Riego y Fernando González Urbaneja, además de director general de la Asociación de Medios de Información (AMI), Ramón Alonso.
Rodríguez es de la opinión de que el Gobierno debería haber hecho una campaña o una presentación previa para que los periodistas repreguntaran sobre este procedimiento porque esta «falta de claridad» es la que ha suscitado mayor preocupación en las asociaciones de profesionales de la información. Por eso, desde la FAPE se pide al Gobierno que clarifique y que informe del alcance del procedimiento, cuales son los objetivos, si el procedimiento va a decidir sobre lo que es noticia falsa o no, o sobre lo que los medios pueden publicar, y van a estar «muy atentos» de como va a evolucionar su aplicación.
El presidente de la FAPE es consciente que la desinformación es uno de los problemas más graves que tienen hoy en día las democracias porque intenta desestabilizar países, elecciones, etc, y por eso defiende que la lucha contra ella sea «colectiva, no individual de los periodistas, ni de las instituciones». El Gobierno, a su juicio, debería invertir en alfabetización mediática, en vez de pensar en comités contra la desinformación. «Debe pensar en cómo abordar la desinformación desde las edades tempranas», ha dicho Rodríguez, quien ha propuesto que en la ESO se implante una asignatura de este tipo.
También las plataformas digitales tienen que luchar más contra la desinformación -dice- y dejar de pensar que la difusión de las mentiras les beneficia desde el punto de vista de los ingresos publicitarios.
Rodríguez se ha referido también a la crisis que sufren los medios de comunicación, que han cubierto con un «gran espíritu de sacrificio» la pandemia, algunos periodistas desde la calle y otros experimentando la novedad del teletrabajo. Esta crisis cree que se va a incrementar porque algunos medios «ya han empezado los despidos, no han esperado a que terminen los ERTE, y ya han empezado con los ERE». Por ello, vaticina que cuando se cierre definitivamente la posibilidad de recurrir a los ERTE, se va a agravar la situación de esta profesión, que ya quedó «muy tocada» en la anterior crisis económica, en la que se perdieron 13.000 puestos de trabajo.
Las empresas seguirán acudiendo al teletrabajo y por eso -apunta- habrá que revisar los derechos de los periodistas y se abrirá otra etapa de incertidumbre que supone va a acabar con la desaparición de medios, fusión de otros y despidos de periodistas.
Pero ¿qué se podría hacer para proteger más a los medios? Ramón Alonso, de la Asociación de Medios de Información (AMI), tiene claro que la situación es compleja y que la pandemia y el confinamiento ha provocado caídas importantes de venta de prensa de papel, que se mantienen y que pueden ir del 40 al 30 % y del 30 en la publicidad.
Sin embargo, actualmente unos 17 millones de españoles leen la prensa en formato papel o digital, con lo que se puede decir que «nunca hemos tenido más audiencia y nunca menos ingresos», y eso ha hecho que los medios han tenido que hacer ajustes.
«La industria está tocada, y tenemos realizar los ajustes de la manera menos impactante en el sector, pero tenemos datos para ser optimistas», ha comentado el representante de AMI, que ha recordado que el pasado mes de septiembre el Parlamento Europeo y la Comisión Europea pidieron que se protegiera a los periodistas y sus marcas.