El presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, ha anunciado este lunes dos cargos relacionados con la cartera de Exteriores de su futura Administración: Antony Blinken como secretario de Estado y Linda Thomas-Greenfield como embajadora ante la ONU.
En contexto: Blinken –al que todos apodan ‘Tony’– es un viejo aliado de Biden. Sirvió a la Administración Obama como subsecretario de estado y principal asesor adjunto de seguridad nacional. También ejerció como su asesor de seguridad nacional cuando era vicepresidente de esta Administración.
Blinken, que habla un francés fluido y toca la guitarra en sus ratos libres, tendrá la misión de acercar de nuevo a Estados Unidos a sus aliados y foros multilaterales de los que el país se ha distanciado bajo la actual presidencia de Donald Trump. Tendrá en sus manos la gestión de los planes de Biden de volver a integrar a Estados Unidos en el Acuerdo de París contra el cambio climático, el acuerdo nuclear con Irán y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Descrito por algunos como un centrista con cierta vena intervencionista, Blinken cree en la acogida de EEUU a refugiados, y hace unos meses dijo que, si Biden llegaba al poder, buscaría aumentar la ayuda a Guatemala, Honduras y El Salvador para afrontar las causas de raíz que generan la inmigración ilegal hacia el norte.
Con respecto a Europa, Blinken cree que Estados Unidos debe reconocer al viejo continente como un aliado «al que acudir como primer recurso, no como el último, a la hora de afrontar retos», o así lo afirmó en una charla en julio en el centro de estudios Instituto Hudson.
Durante sus años con Obama, Bliken jugó un papel importante en acciones de política exterior como la respuesta a la invasión de Crimea por parte de Rusia (2014), la operación para matar a Osama Bin Laden (2011) y la lucha contra el ISIS.
El gabinete de Biden ya va dibujándose. El presidente electo ha anunciado también el nombramiento del exsecretario de Estado John Kerry como enviado presidencial para el Clima, de Alejandro Mayorkas como líder del Departamento de Seguridad Nacional –primer latino en este puesto– y a Avril Haines como Directora de Inteligencia Nacional –primera mujer que desempeña este cargo–. Estas cinco nominaciones se unen a la de Ron Klain, duro crítico de la gestión de la pandemia por parte de Donald Trump, como su próximo jefe de gabinete de la Casa Blanca, anunciado ya hace diez días.
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