Unidas Podemos está dispuesta a retirar la enmienda a los Presupuestos Generales del Estado que presentó junto a ERC y EH Bildu si el Gobierno impulsa un real decreto ley que contemple la prohibición de los desahucios hasta que finalice el estado de alarma
El presidente del Gobierno, el socialista Pedro Sánchez, y el vicepresidente segundo y líder de Podemos, Pablo Iglesias, han acercado posturas para extender la prohibición de desahuciar más allá de enero tras una semana de desencuentros por este asunto y por la política migratoria en la crisis de Canarias
Ambos dirigentes se han comprometido en una reunión de este lunes a buscar una solución ante la presión de Iglesias para prohibirlos, cuestión que primero planteó dentro del Gobierno y después llevó al Congreso mediante una enmienda a los Presupuestos Generales del Estado junto a ERC y EH Bildu.
Una enmienda que Unidas Podemos está dispuesta a retirar si el Gobierno impulsa un real decreto ley que contemple la prohibición de los desahucios hasta que finalice el estado de alarma, posibilidad a la que ha apuntados el secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, en una rueda de prensa en la que ha dejado claro que la negociación se lleva a cabo entre ministerios.
Además de reivindicar la «sensibilidad» del PSOE y del Gobierno con la situación de las personas desahuciadas, Ábalos, en quien recaen las competencias de vivienda, ha mostrado su voluntad de que a lo largo de «esta semana» se avance en un acuerdo que amplíe la moratoria actualmente vigente hasta el 31 de enero.
Y ha apuntado que también se está hablando sobre cómo amparar a otras personas que ya estaban en situación de vulnerabilidad antes de la pandemia, una cuestión que para Unidas Podemos es de vital importancia, pues lograría así parar todos los lanzamientos y no solo los derivados de la precariedad por el COVID-19.
Iglesias hizo público a principios de noviembre que iba a pedir dentro del Ejecutivo la prohibición efectiva todos los lanzamientos sin alternativa habitacional, incluidos algunos de pisos okupados, y también los cortes de suministros, pero presionó con la enmienda en el Congreso al ver que no surtía efecto su demanda.
Un movimiento que criticaron, entre otros ministros socialistas, la vicepresidenta tercera, Nadia Calviño, y la de Defensa, Margarita Robles, y que está en vías de resolverse tras la conversación de ambos líderes durante este lunes, que han dejado sin embargo en barbecho la resolución de las tensiones sobre la cuestión migratoria. Unidas Podemos reclama una política migratoria acorde con los derechos humanos y que se dé una acogida digna a los inmigrantes llegados a las islas Canarias, que quiere trasladar a la Península, posición que rechaza de plano el PSOE.
«Facilitar el acceso a la Península sería tanto como normalizar los flujos y entendemos que no es esa la vía ni va a resolver la presión de Canarias», ha considerado Ábalos, que defiende que España debe tener una inmigración «regular y controlada» y apuesta además por repatriar a los irregulares. Significativo es también el hecho de que, mientras los ministros socialistas buscan acuerdos entre otros países con Marruecos para que eviten la salida de migrantes hacia España, la coalición de Iglesias reclama la celebración de un referéndum para el Sahara.
La búsqueda de socios para los Presupuestos
El tira y afloja entre los dos socios del Gobierno se enmarca en un momento clave para la búsqueda de socios de Presupuestos, que el vicepresidente segundo quiere sacar adelante sin Ciudadanos. Y aunque el PSOE ha reiterado hoy que el Gobierno no va a expulsar a nadie de los acuerdos, la líder de Cs, Inés Arrimadas, ha reconocido que cada día que pasa «parece menos probable» su apoyo, porque entiende que «la parte radical del Gobierno» se está imponiendo a la moderada.
En la semana en que empiezan a tramitarse las enmiendas parciales a las cuentas públicas, Arrimadas ha insistido en que si el Ejecutivo quiere su apoyo, tendrá que asumir sus exigencias económicas, como las ayudas directas a los autónomos y las destinadas «a frenar las cacicadas del nacionalismo», como la eliminación del castellano como lengua vehicular en la ley de educación, «un regalo envenenado de ERC», ha señalado.
Mientras la formación naranja daba un paso atrás, el coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, anunciaba hoy que la postura del partido será dar el sí a los Presupuestos Generales del Estado, aunque serán las bases las que «ratifiquen o rectifiquen» esta posición mediante una consulta. Otegi ha recalcado que su formación está en el Congreso para «parar a la derecha fascista, autoritaria» y para «ganar derechos para la gente» y ha negado la existencia de un acuerdo con el Gobierno para acercar a Euskadi a los presos de ETA a cambio de un apoyo a los Presupuestos. Una idea en la que también ha incidido el secretario de Organización del PSOE, que ha enmarcado en la «normalidad» la negociación parlamentaria con la formación vasca.
«Es un grupo más, con un proyecto que nosotros no compartimos, con una tradición e historia que no compartimos», ha afirmado Ábalos, que ha puesto en valor que Bildu opte por no obstaculizar los presupuestos y ha llamado además al PP a rectificar una posición que considera «catastrofista» y a anteponer el «interés general».
Sin embargo, el líder del PP, Pablo Casado, ha recordado que ofreció al presidente del Gobierno pactar tres veces, pero considera que ha elegido a los «peores» socios para España, y ha asegurado que si volviera a la moderación, podría negociar con él, pero lo ve imposible en estos momentos.