La líder del Gobierno regional ha salido al paso de los que atacan su modelo fiscal y ha defendido que en Madrid «se vive en libertad»
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha respondido a las críticas de la oposición hacia su gestión y hacia la política fiscal de la región que gobierna y ha señalado que «un catalán se siente más libre en Madrid que en Cataluña». La dirigente popular ha sido entrevistada en el programa de Ana Rosa Quintana y ha afirmado «a Madrid le va a ir bien por los impuestos y porque aquí se vive en libertad».
Ayuso ha añadido que «Madrid ahora es un Gobierno incómodo para muchos» y que, como ella ahora lo preside, «van a intentar siempre atacarme». «Madrid no siempre fue la primera economía de España y empezamos a escalar hacia este puesto precisamente porque empezamos a bajar los impuestos y a dejar que todos los de fuera sean de Madrid desde el primer momento que vienen. Cataluña ha perdido su esencia y ha dejado de ser ese sitio brillante que siempre fue un lugar de referencia para los demás», ha resumido la presidenta capitalina.
Sobre la pandemia del coronavirus, Ayuso se ha mostrado cauta y ha señalado que le «preocupa» lo que pueda pasar en el mes de enero porque «la Navidad pasa rápido y durante ese tiempo hemos podido perder a un familiar o hay empresas que han podido cerrar». Por eso, ha animado a «hacer un esfuerzo entre todos para que evidentemente nos veamos con los nuestros pero con unas precauciones añadidas». Ayuso ha pedido este compromiso con el objetivo de que «pronto nos recuperemos»: «Yo tengo las expectativas puestas en la primavera y soy altamente positiva», ha dicho.
Preguntada por Ana Rosa por el éxito de Madrid en el control de la pandemia «haciendo todo lo contrario de lo que le decía el Gobierno», Ayuso ha glosado su política de apertura y de «colaboración público-privada», en la que «nunca» han querido enfrentar la economía y la salud. «En vez de cerrarlo todo, que en marzo ya vimos que es nefasto», ha explicado, «hemos decidido ir a buscar a las personas que estaban contagiando para que las demás pudieran seguir buscándose la vida con una cierta normalidad. Hemos decidido sacar Madrid a la calle. Que, en lugar de encerrarnos, Madrid estuviera al aire libre y, en lugar de pensar que las aulas o los restaurantes eran lugares peligrosos, los hemos convertido en lugares seguros gracias a la comunidad educativa y a los propietarios».
Ayuso ha concluido que el modo de encarar la pandemia «no tiene que ser ni todo abierto sin control ni todo cerrado». Además, la presidenta madrileña ha calificado la política de cierres como el «recurso fácil», pero ha alertado de que «luego los daños son horrorosos».
Por último, la dirigente popular ha hablado sobre el plan de vacunación contra el coronavirus en su región. Ayuso ha apuntado a que la Comunidad de Madrid «tendría 300.000 dosis en enero» y a que el primer grupo de población en recibir el fármaco serán «las personas que están en primera línea como sanitarios, residencias de ancianos y mayores». Con todo, la presidenta madrileña se ha remitido a las «conversaciones» que su Gobierno está manteniendo con el Ministerio de Sanidad, que es quien en última instancia administra el plan de vacunación a nivel nacional.