Durante una rueda de prensa Illa aseguró que se utilizan «criterios poblaciones»
Las comunidades autónomas ponen en duda los criterios de la distribución de las dosis de la vacuna de Pfizer BioNTech contra el COVID-19. Concretamente Madrid y Andalucía están criticando de manera ferviente al Ministerio de Sanidad por el modo en el que se han distribuido las vacunas sin un protocolo o justificación previa.
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, aseguró que el método de distribución de las vacunas se hace «en base a criterios equitativos, que coinciden en buena medida con criterios poblacionales». Tras su intervención muchos aseguraron que se dejaba en entredicho cuáles eran los demás criterios, además de los poblacionales, que se han tenido en cuenta y cómo se han redactado y llegado a ellos.
El ministro durante una rueda de prensa, intentó esclarecer esta cuestión, en donde reiteró que «tomando como base la población diana de la primera fase de vacunación, reparto prácticamente igual a un reparto por población total».
Para las comunidades este tipo de afirmaciones no disipan todas sus dudas ya que existen cuatro grupos poblacionales en la primera fase del plan de vacunación. Estos grupos se traducen en el personal sanitario, las personas mayores que se encuentran en residencias, personas que están en situación de dependencia con un tutor legal y los sanitarios que se sitúan ene primera línea para luchar contra el virus.
Illa: «Ningún consejero se quejó del reparto de vacunas en la reunión Interterritorial»
El ministro de Sanidad ha asegurado este martes que ningún consejero se ha quejado de la forma en que se están repartiendo a las diferentes comunidades autónomas las vacunas que están llegando a España para hacer frente al coronavirus.
«A mí ese tipo de comentarios que hacen otras formaciones políticas, prefiero no entrar a comentarlos y calificarlos. El esfuerzo de vacunación que está haciendo todo Europa y el país ofrece un rayo de esperanza e intentar hacer una disputa política de este asunto me parece fuera de lugar y no voy a entrar».
El ministro cree que todos tienen que tener claro que el COVID-19 es el enemigo y considera que eso está claro en las reuniones del Consejo Interterritorial, donde hay un clima «constructivo», con aportaciones «de mucha complicidad», y una relación «muy fluida».
En el último encuentro, ningún consejero, incluido el de Madrid, le traslado ninguna queja, y además, tal y como ha recordado, en España hay que tener en cuenta que se han comprado el doble de vacunas de las que se necesitan, con que lo que habrá para todo el mundo.