El exdirigente de Podemos ya acudió en marzo a los juzgados al estimar que existía «falsedad, fraude y corrupción» en las primarias
El exdirigente de Podemos en Castilla-La Mancha Fernando Barredo, que disputó la secretaria general a Pablo Iglesias en la Tercera Asamblea Estatal de mayo, ha presentado una denuncia contra el partido instando a la nulidad del proceso por vulneración del derecho fundamental de participación.
Barredo, que ostentó la candidatura Nuevo Impulso por la Democracia Interna de Podemos, única que compitió con Iglesias, ya acudió en marzo a los juzgados de Toledo y, más tarde, en julio, a la Fiscalía al estimar que existía «falsedad, fraude y corrupción» en las primarias.
Considera que el proceso vulneró sus derechos fundamentales y en su demanda pide al juzgado que obligue a Podemos a abrir una nueva Asamblea Ciudadana Estatal y a que lleve a cabo todo el proceso de primarias «con la máxima transparencia y con garantía de los derechos de igualdad entre los candidatos».
Quiere que se establezcan «los mecanismos oportunos para la fiscalización profesional externa e independiente y la comprobación y escrutinio públicos de los resultados» y que se condene al partido en costas en el caso de oponerse a la demanda.
Barredo expone en su demanda que el vicepresidente segundo del Gobierno y líder de Podemos, Pablo Iglesias, incumplió el Código Ético del partido al superar el límite de un cargo institucional de modo que, según indica, no podía ser candidato a la Tercera Asamblea del partido.
En la misma situación ubica Barredo a la ministra de Igualdad, Irene Montero; a la secretaria de Estado de Agenda 2030, Ione Belarra; y a la secretaria de Estado de Igualdad, Noelia Vera; y cuestiona además que el equipo técnico encargado de velar por la neutralidad del proceso estuviese «íntegramente compuesto por miembros de la candidatura oficialista» «Un PODEMOS Contigo-Equipo de Pablo Iglesias».
Reprocha que el proceso, que se interrumpió con el estado de alarma provocado por la pandemia del coronavirus, se reiniciase «sin previo aviso» y «con unas nuevas reglas», y acusa a la candidatura de Iglesias de orquestar una «maniobra fraudulenta».
«La demandada, a tenor de prueba documental aportada, ha sido capaz de alterar un proceso electoral jugando con ventaja, invisibilizando a la competencia, condicionando con los tiempos y los requisitos, cambiando el reglamento sobre la marcha, modificando documentos, y lo que hiciera falta, para alterar el resultado electoral desde su posición dominante, en la que actuaban como jueces y como parte», sostiene Barreda.
Y añade: «Todo lo acontecido en la Tercera Asamblea, y que consta probado por la abundante documentación adjuntada, se puede resumir en «Yo me lo guiso y yo me lo como».