Salvador Illa ha asegura que «sabemos lo que hay que hacer y estamos haciéndolo» tras notificar el martes 25.438 nuevos positivos y 408 muertes más desde el lunes
Los contagios siguen disparados, con una incidencia acumulada de 454, pero el Gobierno insiste en que no es necesario un nuevo confinamiento para revertir la evolución de la pandemia, que confía se consiga con las «medidas quirúrgicas» de las comunidades y la vacunación.
El Ministerio de Sanidad ha notificado el martes 25.438 nuevos positivos de COVID-19, 2.137.220 desde el inicio de la pandemia, y 408 muertes más desde el lunes, 52.683 en total.
Además, hay ingresadas 17.645 personas por COVID, 853 enfermos más que el lunes, lo que se traduce en una ocupación hospitalaria del 14,21 (un 13,7 % más que ayer), mientras que en las ucis es del 26,9 % (26,1 %).
La incidencia acumulada de contagios por cada 100.000 habitantes es superior a la media en ocho regiones, con Extremadura a la cabeza, con 1.076 (1.021 ayer); seguida de Madrid, con 621 (595,6 ayer).
No se prevé un nuevo confinamiento
Con estos datos, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha advertido que el mes de enero será «muy complicado», aunque ha insistido en que, además de con la estrategia nacional contra el coronavirus, hay dos «armas mágicas» para vencer al virus: la reducción de la movilidad y de los contactos.
Ha dicho que hay que esperar dos semanas para ver los efectos de las restricciones de las comunidades sin que se contemple el confinamiento domiciliario de la población, al asegurar que «sabemos lo que hay que hacer y estamos haciéndolo».
Sin embargo, Castilla y León ha pedido a los ciudadanos que se autoconfinen en sus casas y solo salgan para lo imprescindible ante el «vertiginoso» aumento de casos, así como ha adoptado nuevas medidas excepcionales sobre la hostelería, el comercio, los salones de juego y las instalaciones deportivas, que entrarán en vigor mañana.
Una medida que apoyan los médicos de Atención Primaria, que han apelado a la «responsabilidad» de la población frente a la tercera ola para reducir contactos y no salir de casa salvo que sea absolutamente necesario, así como piden que aumente la velocidad de vacunación.
Este llamamiento llega «ante la falta de medidas y acciones por parte de las autoridades«, por lo que la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria recuerda que el COVID sigue causando estragos día a día».
Nuevas restricciones
La postura del Gobierno es compartida por la Comunidad Valenciana, que considera que existe margen para adoptar otras medidas frente al COVID antes que el confinamiento domiciliario, que sería «el último espacio posible», ya que también tiene «consecuencias negativas sobre la salud».
Es la respuesta del presidente valenciano Ximo Puig a la demanda de sus socios de Gobierno, Compromís y Unidas Podemos, que habían abogado por el confinamiento. Puig ha dicho que «no hay una relación directa entre las restricciones y el número de casos».
El martes, las comunidades han seguido aumentado sus medidas contra el coronavirus, y Cantabria ha anunciado la prórroga del cierre perimetral de la región y del toque de queda, así como el endurecimiento de las restricciones sanitarias, el posible cierre de grandes superficies los fines de semana y la prohibición de público en espectáculos deportivos.
Además, el Consejo de Ministros ha acordado prorrogar hasta las seis de la tarde del próximo 2 de febrero la limitación de llegada de vuelos y buques procedentes del Reino Unido, debido a la situación epidemiológica por el COVID que vive ese país y a la cepa británica del virus.
Sigue la vacunación
Entretanto, continúa la campaña de vacunación, con el objetivo de que esta semana todas las residencias de mayores del país hayan recibido las primeras dosis de la vacuna de Pfizer/BioNTech y a partir de la próxima se comience ya a administrar la segunda dosis.
La primera inyección de esta segunda dosis la volverá a recibir Araceli Hidalgo, de la residencia Los Olmos de Guadalajara, a quien se le administró la primera vacuna en España el pasado 27 de diciembre, según ha recalcado el ministro Salvador Illa.
Además, ha confiado en que antes del domingo el ritmo de vacunación tome «velocidad de crucero» y ha recordado que Sanidad ha habilitado una web con toda la información relativa a la campaña de vacunación, www.vacunacovid.gob.es, y que va a poner en marcha un «chatbot», para tenerlo de canal de comunicación con la ciudadanía y que ésta tenga toda la información que requiera al respecto del proceso.
Además, esta mañana han llegado a España las primeras dosis de la vacuna de Moderna en un camión procedente de Bélgica que las ha transportado a un almacén del Ministerio de Sanidad en el centro peninsular para que en los próximos días se distribuyan de forma equitativa entre las comunidades.
El fármaco desarrollado por Moderna, que fue autorizado la semana pasada por la Agencia del Medicamento Europeo, se convierte así en el segundo que se administrará contra el coronavirus en nuestro país, y Sanidad prevé recibir 600.000 dosis en las próximas seis o siete semanas.
Asimismo, en la residencia de Ribeira (La Coruña) se han sumado otros 44 nuevos positivos por coronavirus entre sus usuarios que ya habían recibido la vacuna el pasado 30 de diciembre, por lo que ya son 63 los internos contagiados.
La cuarta ola
De acuerdo a la evolución de la pandemia, en 2021 ha comenzado con la cuarta y no la tercera ola, según la viróloga Margarita del Val, que ha alertado de que «estamos en el peor momento en cuanto número de contagios», después de días de muchos contactos sociales y debido al frío y a las actividades en interiores mal ventilados.
Del Val, investigadora del Centro de Biología Molecular y coordinadora de la Plataforma de Salud Global del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha incidido en que las vacunas «nos sitúan en el principio del fin», pero también en que al ritmo actual en Semana Santa solo estará vacunado el 3% de la población mayor de 65 años.
La pandemia afecta mentalmente a los sanitarios
Según un estudio, casi la mitad de los profesionales sanitarios de España, un 45%, presenta un riesgo alto de trastorno mental después de trabajar en la primera ola del COVID e incluso un 3,5% llega a pensar en el suicidio, más del triple de la media del resto de la población.
Así lo concluyen dos estudios liderados por investigadores del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM) y médicos del Hospital del Mar y del CIBER, que ha utilizado datos de 9.138 trabajadores sanitarios de 18 centros sanitarios de toda España.