La carta que los etarras utilizan para ser acercados: "Manifiesto mi empatía con todas las víctimas"
Los etarras logran beneficios penitenciarios redactando cartas tipo en las que dicen asumir y reconocer «el dolor y el daño que he causado»
La carta tipo presentada por un etarra para facilitar el acercamiento al País Vasco tiene una longitud de no más de un folio y medio. Se entregó ante la junta de tratamiento de su prisión, en la cual se encuentra por cometer delitos de sangre, y finalmente cumplió con su objetivo, conseguir ser uno de los trasladados por el Ministerio del Interior a un centro muy cerca del País Vasco, a penas a 200 kilómetros.
La condena de este preso de ETA cuenta con asesinatos; estragos; daños; lesiones… Hasta el año 2030 no cumplirá con las tres cuartas partes de su condena para poder acceder al tercer grado.
El Ministerio de Interior, dirigido por Fernando Grande-Marlaska, no solo notifica los beneficios penitenciarios semanalmente, sino que también hace alusión a una progresión de un segundo grado a este preso. Estas progresiones acompañan a los acercamientos, en la mayoría de los casos. Los escritos de interior van acompañados de una afirmación sobre el etarra: «acepta la legalidad penitenciaria, reconoce el daño causado a las víctimas, expresa su esperanza de reparar ese dolor y renuncia a la violencia».
La carta de los presos
El periódico ‘EL MUNDO’ ha tenido acceso a una de las cartas de un etarra dirigida a la junta de tratamiento de la cárcel «para que este escrito figure en mi expediente y sea remitido a la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias y al Juzgado de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional» comienza redactando el preso.
«Quisiera manifestar mi empatía con el padecimiento sufrido por todas las víctimas» continúa afirmando, las víctimas exigen continuamente al Gobierno de Sánchez que los presos etarras pidan perdón por los crímenes cometidos antes de que reciban cualquier acercamiento.
La parte más sentimental y allegada es la siguiente: «Asumo y reconozco el dolor y el daño que he causado, reconocimiento que hago con la esperanza de reparar en la medida de lo posible dicho dolor y en aras de contribuir al proceso de convivencia pacífica y democrática que se está desarrollando en el País Vasco».
Para concluir, el preso reclama que se le traslade a una prisión del País Vasco por, afirma, «motivos familiares» y «para paliar el quebranto que tanto el alejamiento como la situación generada por el coronavirus están produciendo en mi derecho a las comunicaciones».
Esta carta se presentó al Ministerio de Interior a finales de noviembre, un mes y medio después este Ministerio acordó su acercamiento.