El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, presentará este martes su dimisión por la falta de apoyos a su coalición en el Parlamento, después de la crisis provocada por el abandono del partido Italia Viva (IV) de Matteo Renzi. Su dimisión aboca a Italia a nuevas elecciones.
En contexto: Renzi anunció el pasado 13 de enero la dimisión de las dos ministras de su partido. La decisión del antiguo primer ministro abrió un cisma en un Gobierno ya de por sí fracturado. Sin el apoyo de Italia Viva, la coalición de Conte no mantiene su mayoría en el parlamento.
Conte comunicará su intención de dimitir en un Consejo de Ministros convocado a las 9:00 hora local y después acudirá ante el presidente de la República, Sergio Mattarella, al palacio romano del Quirinale. Su intención será lograr un nuevo encargo de Mattarella para formar Gobierno, el tercero en dos año y medio, dada la actual falta de apoyos en la Cámara de los Diputados y el Senado.
Los diarios italianos aseguran que esta es la única solución ante el callejón sin salida en el que se encuentra Conte, que no ha conseguido los apoyos necesarios.
En este escenario, Forza Italia –de Silvio Berlusconi– ha adelantado que estaría dispuesto a entrar en un Gobierno institucional. Los medios de comunicación se refieren a esta posibilidad como Ejecutivo Ursula, ya que se trataría de un Gobierno apoyado por los partidos que votaron a favor de la presidenta de la comisión europea, Ursula Von der Leyen, en el Parlamento Europeo: el Partido Demócrata, el M5S y el PPE del que Forza Italia es miembro. Una alianza que en el Senado podría contar con una amplia mayoría, unos 220 votos.