La decisión de comenzar a utilizar la vacuna en este colectivo dependerá de los resultados del ensayo clínico que se está realizando en Estados Unidos
El Ministerio de Sanidad ha abierto la puerta a incluir a los mayores de 55 años en la vacuna de AstraZeneca, si bien todo dependerá de los resultados del ensayo clínico que se está haciendo en Estados Unidos sobre este colectivo y cuyas conclusiones podrían estar listas el próximo mes.
Solo unos días después de que España restringiera el uso de este fármaco a las personas de entre 18 y 55 años, el Grupo de Expertos para Asesoramiento Estratégico (SAGE), que emite recomendaciones sobre el uso de vacunas a la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha planteado que puede ser administrada sin límite de edad.
Por esta opción se decantan Madrid y Cataluña, comunidad que argumenta que entre los 55 y los 65 años la reacción inmunológica de las personas de estas edades es similar. Y así lo han trasladado este miércoles en una nueva reunión del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS).
Sin embargo, el Ministerio de Sanidad mantiene de momento el primer criterio a la espera de los resultados del ensayo clínico que se están haciendo en Estados Unidos sobre este grupo de población y que, según su titular, Carolina Darias, podría estar listos «a finales de marzo».
Principio de prudencia
«Y tan pronto tengamos el resultado final sobre la eficacia en mayores de 65 años, lo haremos», ha asegurado Darias en su comparecencia tras presidir el CISNS, en la que ha insistido en que el acuerdo de la Comisión se ha basado «en un principio de prudencia», ya que su eficacia solo se ha demostrado en el tramo de edad que tenían los participantes del ensayo inicial y que era el de 18 a 55 años.
Una cosa ha querido dejar clara, y es que hay que tener «máxima confianza y seguridad en las tres vacunas que se están administrando en nuestro país» y a la que pronto se podría unir una cuarta, la de Janssen, que podría ser aprobada por la Comisión Europea alrededor del 8 de marzo, según cálculos de la ministra.
«Todas las vacunas son seguras y todas las vacunas son eficaces; contamos con el aval y la garantía de la EMA (Agencia Europea del Medicamento, por sus siglas en inglés), y para llegar a esta autorización todas se han sometido a un rigurosísimo proceso de evaluación y seguridad», ha abundado.
Los grupos que serán inmunizados con Astrazeneca
La llegada de la tercera vacuna aprobada por la UE ha obligado a definir nuevos grupos diana y reajustar el orden en que serán inmunizados en una nueva actualización de la estrategia de vacunación aprobada en noviembre y que establecía en la edad uno de los principales ejes de priorización.
Pero la indicación de excluir a los mayores de 55 de la vacuna de AstraZeneca, que mañana enviará a España otras 228.000 dosis -hasta llegar a 1,8 millones hasta la primera semana de marzo- ha acelerado la definición de los grupos de trabajadores esenciales en activo que van a recibir este fármaco.
Así, la tercera actualización de la estrategia reserva esta vacuna al grupo 3B, conformado por el personal de los servicios de salud pública implicados en la gestión y respuesta a la pandemia que no se haya vacunado en el grupo 2; personal sanitario y sociosanitario incluyendo servicios de inspección, medicina legal y forense, servicios de ayuda a domicilio, centros de menores y centros de día o equivalentes.
Y a fisioterapeutas y terapeutas ocupacionales, personal de oficinas de farmacia, protésicos dentales, logopedas y personal de psicología clínica, así como trabajadores de instituciones penitenciarias.
También será inoculada en el grupo 4 (grandes dependientes de hasta 55 años) y 6, integrado por colectivos en activo con una función esencial para la sociedad.
Que son las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, Emergencias y Fuerzas Armadas, docentes y personal de educación infantil y necesidades educativas especiales y profesores y personal de educación primaria y secundaria, que serán inmunizados por este orden.
Ya en la anterior actualización, los miembros del Grupo de Trabajo Técnico de Vacunación COVID-19 propusieron que el personal sanitario y sociosanitario de menos de 55 años que hubieran estado contagiados se vacunaran a los seis meses de haber sido diagnosticados, algo que ahora amplían a los trabajadores esenciales.
Mientras, los grandes dependientes no institucionalizados serán inmunizados con vacunas de ARN mensajero (Pfizer y Moderna) o con AstraZeneca «en función de la edad de la persona y de la factibilidad».
No han sido delimitados, por tanto, los enfermos crónicos que empezarán a vacunarse, si bien la ministra ha afirmado que la Comisión de Salud Pública «ha hecho una primera aproximación para febrero pero están trabajando en patologías con riesgo de alta morbilidad». «Es una cuestión tremendamente sensible y tremendamente importante», ha añadido.
Las comunidades autónomas han inoculado 1.412 dosis del suero de AstraZeneca.
Llamamiento a mantener las restricciones
Con la «esperanza» que dibuja la vacuna en el horizonte, la tercera curva del coronavirus ha anotado este miércoles una nueva jornada de descenso de la incidencia, con 584 casos por cada 100.000 habitantes; también ha descendido el número de pacientes hospitalizados y el número de camas ocupadas por COVID, aunque la presión hospitalaria sigue siendo elevada: 19,28 % del total de las camas y un 45, 57% de las UCI.
Aunque la mayoría de comunidades autónomas apuestan por mantener las restricciones, algunas ya han dado pasos para empezar a abrir la mano a la hostelería y la movilidad de sus ciudadanos como en Extremadura, Castilla-La Mancha o Andalucía, mientras que Madrid prevé flexibilizar el toque de queda y el cierre de los bares.
Darias ha hecho un llamamiento a todas ellas para que mantengan las medidas restrictivas porque es «fundamental» para llegar, como mínimo, a los 50 casos de incidencia acumulada en 14 días por 100.000 habitantes.
«Sabemos que son duras, sabemos que son eficaces y cada vez más conocemos cuáles tienen mayor incidencia en la bajada», ha añadido la titular de Sanidad, que ha admitido que queda «un gran trecho en el camino, pero hay que perseverar».