La líder de Ciudadanos a pesar de no haber conseguido apaciguar el malestar interno que ha generado el desplome del partido en Cataluña confía en el futuro del mismo
La líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, no ha conseguido apaciguar el malestar interno que ha generado el desplome del partido en Cataluña y que sobre todo no acepte cambios de estrategia ni organizativos, aunque esa desbandada al PP que preveían algunos no está por ahora en el horizonte.
Desde algunos sectores descontentos en Cs se pronosticaba una fuga masiva hacia el PP por el desastre de las catalanas, pero al partido de Pablo Casado también le ha ido muy mal en los comicios y ha sido incluso superado por Vox, y son precisamente estos pésimos resultados los que han desanimado a muchos del partido naranja, según algunas fuentes, a cambiar de bando.
Varias fuentes aseguran que por ahora no se está produciendo ningún movimiento hacia el partido de Pablo Casado, aunque sí reconocen que han tanteado a algún dirigente territorial.
Lo que sí hay es una gran decepción entre las bases y entre muchos dirigentes por la falta de autocrítica tras las catalanas y porque nadie haya asumido responsabilidades, aseguran algunos miembros del comité ejecutivo, que creen que el partido está «herido de muerte» y no sobrevivirá a menos que se hagan cambios.
Insisten en que el discurso naranja «ha perdido firmeza» y que les ha perjudicado, por ejemplo, apoyar gratuitamente esta última prórroga del estado de alarma o la negociación de los Presupuestos: «Era obvio que no contaban con nosotros, que nos estaban tomando el pelo», dicen.
Además dicen que el partido «se ha bunquerizado aún más» en torno a las seis personas de la ejecutiva permanente, insistiendo en que Arrimadas tiene en su mano desactivar esa insatisfacción que está cuajando simplemente con que hiciera algunos retoques en la estrategia y aumentara el núcleo duro de decisión contando, por ejemplo, con los vicepresidentes autonómicos.
Desde la dirección, defienden que esas críticas son muy reducidas y que el proyecto de la líder de Cs fue avalado por una amplísima mayoría. En todo caso apuntan que el nuevo proyecto naranja está todavía implantándose porque Arrimadas apenas lleva un año y además ha sido un año muy complicado, con la pandemia de por medio y tres elecciones autonómicas.