Los populares renuevan su código interno para incluir las infracciones, y las sanciones de las mismas, dependiendo de su nivel: leve, grave o muy grave
El Partido Popular ha decidido homologar los reglamentos internos del Congreso y el Senado con los estatutos del partido, lo que implica sancionar infracciones leves, graves y muy graves entre las que se incluyen la propagación de noticias que desprestigien al PP.
El grupo del PP en el Congreso acordó renovar sus normas internas en una reunión mantenidas el lunes de la semana pasada, en tanto que en el Senado planea hacerlo próximamente, según informa este martes «El Confidencial» y han confirmado fuentes del PP.
Los grupos no endurecen en cambio el actual régimen disciplinario, donde la sanción máxima, la que se aplica por ejemplo a la indisciplina de voto, se mantiene entre los 500 y 700 euros.
La novedad es que ahora han tipificado las faltas en leves, graves y muy graves, replicando los estatutos aprobados por el PP para el partido en 2017.
De esta forma los grupos parlamentarios considerarán como infracciones muy graves la corrupción, la condena por delitos dolosos incompatibles con la ética del PP, pero también la «manifiesta deslealtad», la «desobediencia» a las directrices o «toda manifestación con publicidad que incite al incumplimiento».
Asimismo propagar noticias que desprestigien al partido, cualquier manifestación pública que implique «descrédito, menosprecio o descalificación de cualquier afiliado» o asumir compromisos con otras formaciones sin autorización son además infracciones graves.
En el PP también es una falta muy grave «crear o inducir a la creación de corrientes de opinión, contrarias a los intereses del partido» o revelar a terceros cualquier decisión que se haya acordado reservar.
Entre las leves figuran no asistir a las reuniones del partido, no colaborar en los trabajos o desoír indicaciones. Faltas que el PP hace extensivas del partido a sus senadores y diputados tras las críticas de la exportavoz del PP en el Congreso Cayetana Álvarez de Toledo, tras la debacle del PP en las elecciones de Cataluña, donde cosechó el peor resultado de su historia.
Álvarez de Toledo, a quien el líder del PP, Pablo Casado, sustituyó por Cuca Gamarra el pasado verano, contradijo las explicaciones del PP al señalar que el mal resultado no había sido culpa de las noticias sobre corrupción, consideró errónea la campaña en Cataluña y censuró la ruptura con Vox.
La diputada aseguró además, en una entrevista en «El Mundo», que el líder del partido había defraudado las esperanzas depositadas en él y que «quedó acreditada la incapacidad de Pablo Casado para reconstruir el constitucionalismo».
También vierte sus críticas a las decisiones de la actual dirección del PP en un canal de Youtube, donde por ejempló rechazó que el PP votase no a la moción de censura de Vox contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aunque después respetó la disciplina de voto.
El portavoz del grupo popular en el Senado, Javier Maroto, ha explicado en rueda de prensa que en la Cámara Alta su formación aplicará «unos estatutos acordes a los nuevos tiempos» y en coordinación con la portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra.
Ello significa que en próximas reuniones internas del grupo parlamentario se abordará para modificar su propio estatuto y así hacerlo «más moderno, más eficaz y de mayor servicio al conjunto de senadores».