El Gobierno y las comunidades estudiarán este miércoles un plan compartido para la Semana Santa
El Ministerio de Sanidad insiste en que el objetivo es bajar de los 50 casos por 100.000 habitantes en 14 días para poder dejar atrás la tercera ola
Esta tarde se estudiará un plan de medidas «compartidas» de cara a la Semana Santa con todas las comunidades, con el fin de evitar un nuevo repunte de la pandemia, como ha ocurrido en otros periodos señalados en los que aumenta la movilidad y los contactos sociales.
Lo harán en una nueva reunión del Consejo Interterritorial de Salud en la que el Gobierno central y los autonómicos se trasladarán sus posturas sobre las restricciones que deben implementarse en esas fechas.
Restricciones que la Comisión de Salud Pública plasmará en un documento «de actuaciones compartidas» para que los ciudadanos sepan, «semanas antes de la Semana Santa, qué se puede hacer y qué no», según desveló el pasado miércoles la ministra de Sanidad, Carolina Darias.
La postura de los técnicos del Ministerio ya la comentó este lunes el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, quien subrayó que la reapertura de las fronteras autonómicas no se debe ni siquiera plantear si no se dan las condiciones.
«Soy epidemiólogo, me interesa controlar la epidemia, y obviamente mis visiones son diferentes de las que puedan tener, por ejemplo, los empresarios. Si las condiciones de transmisión no son las correctas para que se pueda tener un poco más de apertura, creo que no se debe ni plantear», zanjó.
A pesar de que la tendencia de los datos sigue siendo favorable, los técnicos de Sanidad recalcan que es necesario controlar al máximo la transmisión del virus y coger ritmo en el proceso de vacunación.
Desde el Ministerio de Sanidad se insiste en que el objetivo es bajar de los 50 casos por 100.000 habitantes en 14 días y dejar atrás la tercera ola, cuyos efectos sobre la economía han sido también devastadores: 4 millones de desempleados en febrero, una cifra que no se veía desde 2016, y 900.000 trabajadores en ERTE.