Interior toma la decisión un día después del acto que Pedro Sánchez presidió como «símbolo de la derrota de ETA»
Asier Carrera Arenzana, el etarra que en el año 2000 accionó el mando a distancia del explosivo colocado en un coche que mató al dirigente socialista Fernando Buesa y su escolta, el ertzaintza Jorge Díaz, cuando caminaban por una calle de Vitoria será acercado a la cárcel de Álava para seguir cumpliendo condena.
El de Carrera Arenzana es uno de los cinco acercamientos de presos etarras a cárceles del País Vasco acordados este viernes por la Secretaria General de Instituciones Penitenciarias, y que semanalmente reciben duras críticas por parte algunos colectivos de víctimas como la AVT.
Precisamente, esta asociación ha recriminado en un comunicado que Carrera sea trasladado a la prisión alavesa, provincia en la que reside la familia de Buesa, y que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez se «afane» en asegurar que ETA ha sido derrotada, cuando «el brazo institucional de la banda está cada día más fuerte gracias a sus decisiones».
Además de Carrera, condenado a 30 años de prisión, Prisiones ha dispuesto el traslado de cárcel de otros cuatro etarras, dos de ellos, al igual que Carrera a cárceles vascas; en concreto, la de Martutene en San Sebastián, a la que serán conducidos Miguel Guillermo San Argimiro Isasa y Aitor Esnaola Dorronsoro, mientras que a la de El Dueso, en Cantabria, será trasladado Gorka Martínez, y a la de Topas, Salamanca, Josu Ordóñez Fernández.
Según informa Instituciones Penitenciarias, Asier Carrera ingresó en prisión el 14 de noviembre de 2000, cumplirá las tres cuartas partes de la pena en 2023, acepta la legalidad penitenciaria, rechaza la violencia, reconoce el dolor causado y la necesidad de reparar a las víctimas. Está abonando, destaca el comunicado, la responsabilidad civil.
El etarra señaló durante su juicio que Buesa, vicelehendakari del Gobierno vasco, diputado general de Álava y portavoz del PSE-EE en el Parlamento vasco, entre otros cargos, era objetivo de ETA «no por ser miembro del PSE, sino como responsable directo del conflicto que se vive en Euskal Herria».
A la cárcel de Martutene, en San Sebastián, será acercado desde Soria Miguel Guillermo San Argimiro Isasa, en prisión desde 2002 y que en julio pasado ya fue trasladado de Cáceres a Soria.
El etarra cumple una condena de 25 años por estragos, banda armada, robo y enaltecimiento del terrorismo y acaba de cumplir las tres cuartas partes de la condena. Ha presentado un escrito en el que rechaza la violencia y reconoce y lamenta el daño causado.
Hasta esta misma cárcel, la de Martutene, también será acercado Aitor Esnaola Dorronsoro tras pasar cinco meses en la cárcel de Soria, a la que fue conducido en octubre desde la de Ocaña, en Toledo.
Esnaola Dorronsoro fue miembro del comando Erreko, un proyecto estratégico de ETA para almacenar y distribuir explosivos a los grupo operativos que fue desmantelado en 2011.
Acusado de los delitos de integración en organización terrorista, tenencia de armas y depósito de explosivos, ingresó en la cárcel en abril de 2011 y cumple una condena de 18 años, cuyas tres cuartas partes verá satisfechas en 2024.
Instituciones Penitenciarias asegura que acepta la legalidad penitenciaria y ha enviado un escrito en el que manifiesta su rechazo a la violencia y reconoce el daño causado.
De los cinco reclusos que serán acercados próximamente, el que recorrerá mayor distancia será Josu Ordóñez Fernández, desde la prisión de Cádiz a Salamanca. Es uno de los terroristas condenados por su participación en el secuestro del empresario Cosme Delclaux en 1996 durante 232 días.
Según la nota de Prisiones Ordóñez ya ha cumplido las tres cuartas partes de su condena, 17 años y medios.
El último traslado es el de Gorka Martínez Ahedo, del centro penitenciario de A Lama (Pontevedra) al de El Dueso (Cantabria).
En 2003 fue condenado a 17 años en concepto de cómplice del asesinato de José Santana Ramos. En 2004 la Audiencia Nacional le condenó a 32 años por su participación en el atentado que costó la vida de José Benigno Villalobos Blanco. También fue condenado a 46 años de cárcel por intentar asesinar en cinco ocasiones al expresidente del Parlamento vasco Juan María Atutxa y en otra al sargento del Ejército José Carollo Raña.
Ingresó en prisión el 8 de julio de 2002 y cumple condena de 30 años por los delitos de asesinato, atentados y robo con violencia.