La mejora epidemiológica, eso sí, será más lenta en la presión hospitalaria porque los mayores de 80 años solo representan el 5% de los ingresados en UCI
La reducción de la mortalidad en España será de al menos el 60% a principios de mayo gracias a la vacunación, especialmente de la población de mayores de 80 años, que representan dos de cada tres defunciones por COVID, según los cálculos del grupo de investigación de Biología Computacional y Sistemas Complejos (BIOCOMSC) de la Universidad Politécnica de Catalunya (UPC) .
El estudio asegura que el número y ritmo de entrada de vacunas permite «claramente» proteger a la población de más de 80 años antes de finales de abril, con lo que se reducirá la mortalidad al menos un 60% a principios de mayo.
Considera también que, si la vacunación alcanza un buen porcentaje de personas de entre 70 y 80 años, la caída de la mortalidad ascendería al 80%, e incluso señala que, aunque la eficiencia de las vacunas fuera menor de lo esperado, con una vacunación parcial de la franja entre 70 y 80 años conllevaría el mismo tipo de reducción de entre el 50 y 60%.
El informe asegura, sin embargo, que el ritmo de mejora será más lento en la presión hospitalaria por el perfil de pacientes que entran en las UCI, de los que sólo un 5% son mayores de 80 años, y afirma que «para ver efectos importantes en las UCI, es necesario vacunar a la población de entre 60 y 80 años».
Así, los especialistas del BIOCOMSC vaticinan que los efectos beneficiosos importantes derivados de la vacunación en las UCI tardarán más en verse y dependerán mucho del ritmo de vacunación que se consiga a lo largo de los meses de abril y mayo.
Los investigadores señalan en su informe que la perspectiva en hospitalizaciones es mejor y que para llegar a reducciones del 50% en el uso hospitalario, en mayo se necesitaría que la vacunación llegue como mínimo a toda la población mayor de 70 años, que son aproximadamente unos 7 millones de españoles, con lo que serían necesarias 14 millones de dosis, o menos si la vacuna de Janssen llega en abril con monodosis.
«Hay incertidumbre sobre si este nivel de vacunación se conseguirá en abril. Insistimos en que estos escenarios son pesimistas sin contar un aumento en el ritmo de producción de vacunas, ni nuevas vacunas ni reducciones en transmisión», puntualizan los investigadores.
El informe recuerda que en España hay aproximadamente 3 millones de personas mayores de 80 años, lo que significa que se necesitan 6 millones de dosis para cubrir completamente esta subpoblación, y considera que «al ritmo actual de entrega, es muy probable que esto suceda antes de finales de abril» porque ya se han inyectado alrededor de 4,5 millones de dosis a cohortes más jóvenes y mayores.
Por eso, los investigadores auguran que la reducción relativa de la mortalidad en relación con un escenario sin vacunación rondará el 60% al menos si la vacuna funciona como se espera.
También apuntan que «el número de vacunas distribuidas a finales de abril en España probablemente será mayor, por lo que este 60% de reducción será un buen punto de referencia».
El objetivo declarado del Ministerio de Sanidad era entregar un total de 20 millones de dosis para finales de la primavera y el número de dosis necesarias para cubrir a toda la población mayor de 70 años en España es aproximadamente de 14 millones, un objetivo que el informe considera «factible, e incluso si solo se logra una cobertura parcial de este grupo de población, los efectos se notarán».
Así, el informe especifica que «si España gestionara la distribución de estos 14 millones de dosis en la población de mayor edad, la esperada reducción relativa de muertes sería del 80%, siempre en comparación con un escenario sin vacunación».