La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz (Unidas Podemos), pasará a ser vicepresidenta tercera del Gobierno y se mantendrá al frente de la cartera de Trabajo. Nadia Calviño (PSOE), actual ministra de Economía, se queda con la segunda vicepresidencia.
En contexto: el lunes, tras el anuncio del entonces vicepresidente segundo y líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, de que abandonará el Ejecutivo para presentarse a las elecciones autonómicas de Madrid, todo apuntaba a que Díaz se quedaría con su vicepresidencia. Finalmente, no ha sido así. Calviño se queda con la segunda y Díaz, con la tercera, tal y como había propuesto Sánchez unas horas antes.
Sánchez ha planteado que Díaz considera incompatible la vicepresidencia segunda con el Ministerio de Trabajo. El acuerdo con Unidas Podemos, no obstante, señala que la vicepresidencia segunda debe recaer sobre la formación morada, pero el jefe del Ejecutivo, que tiene la competencia para los nombramientos de su Gobierno, ha considerado que para mantener el Ministerio de Trabajo y Economía Social debería ocupar la tercera.
Fuentes del sector de Podemos, el partido de Iglesias, en el Gobierno consideran que el hecho de que la abogada laboralista no sea vicepresidenta segunda es una cuestión formal, pero que la estructura global del acuerdo de gobierno de coalición con el Partido Socialista (PSOE) se mantiene intacta. El Ejecutivo español seguirá contando con cuatro vicepresidencias. Carmen Calvo seguirá ocupando la primera y Nadia Calviño será la nueva vicepresidenta segunda, además de ministra de Economía. Teresa Ribera seguirá siendo vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica del Gobierno de España.
Falta por confirmar si Ione Belarra, una de las personas más afines al líder de Podemos, asumirá el Ministerio de Derechos Sociales con las mismas competencias que tenía Iglesias.
La marcha de Iglesias, hasta ahora también ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030, no será efectiva hasta el próximo 20 de abril, cuando comience la campaña para las elecciones del 4 de mayo en Madrid, una de las regiones con más peso en la política y la economía españolas y gobernada por el conservador Partido Popular (PP).
