(VÍDEO) Los ex secretarios del Partido Popular niegan a Bárcenas: "La caja B es de ese señor y no del PP"
Los tres testigos aseguran que todas las retribuciones o donaciones que el partido recibía eran legales y declaradas
Los tres testigos aseguran que todas las retribuciones o donaciones que el partido recibía eran legales y declaradas
Los ex secretarios generales del PP Francisco Álvarez Cascos, Javier Arenas y María Dolores de Cospedal han negado en la Audiencia Nacional la existencia de una caja b en el partido o haber recibido sobresueldos irregulares y han asegurado que todas sus retribuciones estaban declaradas a Hacienda.
Cospedal se ha referido a esa contabilidad B asegurando: «Esa supuesta contabilidad sería de él (Bárcenas) de quien no era, era del Partido Popular» también ha defendido la legalidad de las donaciones que el partido recibía y ha recordado que desde 2007, un año antes de ser nombrada, la ley prohibió las anónimas: «Le tengo que decir que yo nunca he conocido que se hicieran donaciones que no fueran regulares al PP».
«Yo jamás he conocido ni manejado ni creado ninguna caja b», ha manifestado Álvarez Cascos, secretario general de 1989 a 1999, en la época del expresidente del Gobierno José María Aznar, que a su vez declarará mañana como testigo junto a Mariano Rajoy.
Tanto él como Javier Arenas (1999-2003) han rechazado la veracidad de los apuntes que el extesorero del PP les atribuye en sus famosos papeles e incluso este último ha sugerido que en el partido podría haber otro Javier Arenas al que se refieran anotaciones como «jar» o «javier arenas», aunque ha precisado no tener constancia de ello.
Los tres han negado tener enemistad con los acusados, fundamentalmente con Bárcenas, que se enfrenta a cinco años de prisión en este juicio, aunque Cospedal, que en un principio ha afirmado que no guardaba animadversión hacia él, ha terminado admitiendo que sentía «desprecio» hacia «esta persona», como lo ha estado nombrando para evitar pronunciar su nombre.
Los exsecretarios comparecieron como testigos el martes en el juicio por el presunto pago en negro de la reforma de la sede del PP a petición de las acusaciones y lo han hecho por videoconferencia, salvo Álvarez Cascos, que ha acudido a la sede que el tribunal tiene en un polígono de San Fernando de Henares (Madrid).