La vieja guardia del PP cierra filas ante la Audiencia Nacional para negar la caja B
La Justicia ha señalado como «plenamente acreditada» la contabilidad paralela, con la que supuestamente se financió la reforma de la sede del PP
La Justicia señaló como «plenamente acreditada» la contabilidad paralela, con la que supuestamente se financió la reforma de la sede del PP
La vieja guardia del PP, con los expresidentes del Gobierno José María Aznar y Mariano Rajoy a la cabeza, ha vuelto a cerrar filas en la Audiencia Nacional para negar al unísono la existencia de una caja B en el PP, tal y como ocurrió en el juicio de Gürtel, y pese a que la sentencia posterior diera por «plenamente acreditada» esa contabilidad opaca.
Han desfilado esta semana ante el tribunal de la Audiencia Nacional que juzga estos hechos más de 30 años de historia del PP para dar testimonio, en boca de los que han sido sus máximos dirigentes, de lo que significan las anotaciones contables del extesorero Luis Bárcenas, principal acusado en este juicio, y en las que ellos figuran.
Es la palabra de ellos frente a la de Bárcenas, que sostiene que todos los exdirigentes del PP que han testificado cobraron sobresueldos extraídos de esa caja b, según dejó también reflejado en la carta que envió a la Fiscalía Anticorrupción ofreciéndose a colaborar con la Justicia.
La propia Audiencia Nacional, y en concreto la misma sección de la Sala de lo Penal que está juzgando a Bárcenas, aunque con distintos magistrados, dejó «plenamente acreditada» la existencia de una caja B en el partido en la sentencia de Gürtel Época I, por la que cumple condena el extesorero.
En el juicio que ahora se está celebrando -y que se refiere fundamentalmente al presunto pago en negro de la reforma de la sede del PP, que también aparece reflejado en sus papeles-, han prestado testimonio desde Aznar y Rajoy hasta sus secretarios generales (Francisco Álvarez Cascos, Javier Arenas, Ángel Acebes y María Dolores de Cospedal), pasando por varios ministros (Rodrigo Rato, Federico Trillo y José María Michavila).
Al contrario que el acusado, el testigo está obligado a decir la verdad bajo apercibimiento de que se le deduzca testimonio si se considera que ha podido mentir.
En la sentencia de Gürtel, que motivó la moción de censura que tumbó al gobierno del PP en 2018, ya se dudó del testimonio que prestaron, entre otros, el entonces presidente Mariano Rajoy.
La sentencia consideró que su declaración, al igual que la de Álvarez Cascos, Acebes y Arenas, «no es suficientemente verosímil para rebatir la contundente prueba existente sobre la caja B del partido».